Langreo, P. C.

El multimillonario estadounidense Warren Buffet está considerado como el Rey Midas de los negocios, convierte en oro todo lo que toca. Es uno de los inversores más influyentes del mundo y cada uno de sus movimientos pone en guardia a todos los analistas. Su última decisión ha sorprendido a los mercados: la compra de la empresa ferroviaria Burlington Northern Santa Fe (BNSF), una compañía cuyos principales ingresos provienen del transporte del carbón.

«Adoro estas apuestas», señaló esta semana Warren Buffet, tras anunciar que su fondo de inversiones Berkshire Hathaway (el conglomerado desde el que controla participaciones en Coca-Cola, American Express y casi un centenar de compañías más) iba a desembolsar 44.000 millones de dólares (unos 27.190 millones de euros) para hacerse con todo el capital de la ferroviaria estadounidense BNSF. Se trata de la mayor operación protagonizada por el fondo de inversiones de Warren Buffet, al que la revista «Forbes» atribuye la segunda mayor fortuna del mundo.

El anuncio de Buffet, al que se conoce con el apodo de «el oráculo de Omaha», su ciudad de origen, ya ha sido interpretado por los analistas financieros como una apuesta por el papel creciente que tendrá el carbón en la economía y es que el 23 por ciento de los ingresos que tiene la compañía ferroviaria BNSF ya provienen del transporte del mineral. Es más, los analistas del sector energético creen que Buffet se lleva la «joya de la corona», pues BNSF tiene los derechos exclusivos sobre las líneas ferroviarias que llegan a la mina Powder River Basin, productora de uno de los tipos de carbón más «limpios» del mundo por su bajo nivel de sulfuro y que se espera juegue un papel fundamental en el abastecimiento energético estadounidense. Los inversores ya toman posiciones en la carrera del carbón limpio.

Los analistas también señalan que Warren Buffet está previendo un futuro aumento de los precios de la energía y un endurecimiento de las normativas medioambientales en EE.UU. para el transporte, lo que favorece el uso del ferrocarril frente al tráfico por carretera.

Buffet señaló esta semana que la compra de la ferroviaria BNSF es ante todo «una apuesta por el futuro económico del país» y añadió que «la futura prosperidad de Estados Unidos depende de un eficiente y bien mantenido sistema ferroviario».