Mieres del Camino, A. LORCA

«El género tenía que ser erótico y el tema, los cuernos». Esas fueron las únicas condiciones que le pusieron a Covi Sánchez para participar con un relato en el libro «Así os ponemos los cuernos las mujeres», editado por Lobo Sapiens y que se presentó en la librería La Pilarica de Mieres el pasado viernes. «No es una apología, ni un libro de autoayuda, ni feminista. De hecho, no siempre salen mal parados los hombres», avisa Sánchez, que ostenta el cargo de presidenta de la Asociación de escritores noveles.

Antes de que se le pregunte, la escritora gijonesa se adelanta: «No, no está basado en experiencias propias, es ficción». Además, para evitar que «los caballeros se enfaden», explica que en ningún momento se pretende «dar ideas a las mujeres». Sánchez también apunta que, aunque las doce escritoras (y el autor «infiltrado» que escribe bajo seudónimo femenino), son noveles, las edades son muy diversas y van desde «los 22 a los 55 años». «Se vive de forma muy diferente la infidelidad dependiendo de la edad y de la influencia de la religión», reconoce Sánchez. La diversidad también se extiende al estado civil de las autoras: «Hay divorciadas, casadas, solteras, un poco de todo». Además, las mujeres no siempre engañan a hombres: «Las historias son reflejo de la realidad y también hay relatos con parejas homosexuales en los que una mujer puede engañar a otra».

Este libro encierra a su vez un pequeño juego: descubrir al escritor infiltrado. Y es que a Javier Abelardo González Quintana le ofrecieron participar en el proyecto con la condición de que firmara con un seudónimo de mujer. El reto es que el lector descubra de quién es el relato masculino. «Muy poca gente lo ha identificado», advierte Sánchez.

A la hora de escribir estos relatos, Covi Sánchez reconoce que se encontró con algunas dificultades. «Nunca antes, ni yo ni ninguna de las autoras del libro, habíamos escrito un relato erótico. Tienes que retocar, tocar, parar a tiempo; además, en una novela puedes hacer más hincapié en el personaje pero siendo un relato corto corría el riesgo de irme al aquí te pillo, aquí te mató». También había que intentar que fuera «sexo con contexto, con un por qué». Y, sobre todo, «saber dónde parar, para no pasar la línea de lo erótico a lo pornográfico».

De su relato, Covi Sánchez, advierte de que no puede adelantar mucho. El título es «Me gusta bailar» y explica que «se sale del argumento de las demás». La gijonesa apunta que su aportación al libro es una historia «muy limpia y lo más sencilla posible». «A veces los cuernos no sólo se ponen físicamente», adelanta. En cuanto a la diferencia entre hombres y mujeres Sánchez asegura que «los que hablan de cuernos son los hombres», mientras que las mujeres «cuando hablamos entre nosotras «normalmente decimos engaño». No obstante, Covi Sánchez explica que las cosas han cambiado y que era «antes» cuando «las mujeres eran más discretas que los hombres», aunque subraya que «ni el erotismo ni el engaño son una cosa nueva».