El Entrego,

Miguel Á. GUTIÉRREZ

Nunca trazar una letra había costado tanto trabajo. La «Y» de Bimenes -la vía rápida de apenas 20 kilómetros que unirá el Corredor del Nalón con la Autovía del Cantábrico- lleva seis años ejecutándose y no hay previsión de que concluya hasta 2012. La construcción de la infraestructura, financiada con cargo a los fondos mineros, ha generado múltiples problemas geotécnicos y administrativos que han derivado en unos sobrecostes de 43 millones de euros, un 33 por ciento más que el presupuesto original consignado para la obra. Los obstáculos que ha tenido que ir salvando la «Y» de Bimenes (inestabilidad del terreno, bolsas de grisú o cambios de trazado) se han traducido en tres grandes modificados de obra, en cada una de las tres primeras fases, y en prolongados parones en los trabajos en esos mismo tramos. Según los cálculos del Principado, la inversión final se irá hasta los 175 millones de euros.

La «Y» de Bimenes incluye la construcción de dos túneles -el del Corvero y el del Alto de la Cruz, de 786 metros y 776 metros respectivamente- y de 27 estructuras en altura repartidas entre los diferentes tramos. La más singular es la que se ubicará en el enlace de Lieres para salvar el río Nora, la Autovía del Cantábrico y el ramal de conexión directa de la autovía con Lieres. La obra está dividida en cinco fases. Las tres primeras constituyen el tronco principal de la vía, de San Martín del Rey Aurelio hasta Siero, e incluyen el ramal a Bimenes. Los otros dos tramos son el enlace en Lieres y el acondicionamiento de la carretera entre Martimporra y Nava. En total se acondicionarán 20,5 kilómetros.

El propio director general de Carreteras, José María Pertierra, en una visita a las obras realizada a finales de julio, definió a la «Y» de Bimenes como «la carretera más compleja de las construidas en Asturias en, al menos, los últimos diez años». No es para menos. Los trabajos de la vía rápida arrancaron en 2004 y a los pocos meses ya empezaron los problemas y los parones debido, principalmente, a las dificultades geotécnicas en el tronco principal de la vía, de 13 kilómetros. De hecho, es esos tres tramos se concentran los 43 millones de sobrecostes y los tres modificados de obra. Las variaciones en el proyecto obligaron a Principado e Instituto del Carbón, a finales de 2009, a suscribir un nuevo convenio para estas tres fases, cuantificando ya los sobrecostes.

La inestabilidad del terreno detectada en los dos primeros tramos -Pumarabín-El Corvero, por un lado, y El Corvero-enlace de Bimenes y ramal de Martimporra, por el otro- obligó a paralizar la obra e hizo necesaria una «verdadera labor de cosido de las laderas» próximas a la vía rápida, según explicaron entonces los técnicos. En concreto, se colocaron anclajes y bulones (tornillos de gran tamaño) en todo el trazado. Además se colocaron micropilotes para reforzar la cimentación de los viaductos, entre otras medidas. Otra de las complicaciones añadidas fue la aparición de bolsas de grisú en el túnel ejecutado bajo la Campa de San Juan. Los técnicos tuvieron que elaborar un protocolo de seguridad para solventar el problema. Además, el Principado tuvo que ajustar el listado de parcelas expropiadas debido a los nuevos movimientos de tierra.

La tercera fase de la «Y» de Bimenes (que incluye la conexión de El Entrego y el tramo Martimporra-Lieres) también se ha visto afectada por los problemas geotécnicos. Los estudios realizados ante esta «causa imprevista» constataron la inestabilidad de los taludes, que se corregirá con modificaciones de trazado y nuevos drenajes, estructuras, muros, túneles, señalización e iluminación. Por otro lado, se ejecutará un nuevo enlace a la altura de Solvay, que sustituirá a la conexión temporal prevista en el proyecto inicial y que desaparece con la ejecución de la fase IV. La construcción del nuevo enlace es necesaria para no dejar sin conexión «a varias parroquias». El coste del modificado de obra de esta fase asciende a 12,1 millones, si bien en el nuevo convenio de fondos mineros se preveía un sobrecoste global para el tramo de 14,2 millones de euros.

Según los cálculos del Principado, la conexión completa estará en servicio en el año 2012, aunque la previsión es que uno de los tramos, Pumarabín-El Corvero, concluya este mismo año. Otros tres, las fases II y III y Martimporra-Nava, finalizarán en 2011, según esas misma estimaciones. En las inmediaciones de toda la infraestructura se realizará hidrosiembra en 348.189 metros cuadrados de taludes y desmontes y se plantarán 6.414 árboles autóctonos.