Madrid / Langreo, Iñaki ETXARRI / Mario ANTUÑA

Asturias tiene el dudoso honor de ser la única comunidad de las beneficiadas por los dos planes de la Minería (1998-2005 y 2006-2012) que ha dejado caducar decenas de convenios de obras. En el plan aún vigente, la región tiene 46 proyectos con una inversión de 32,7 millones de euros que han sobrepasado el periodo de tramitación sin que se culminara con su ejecución. Especialmente grave es la situación de actuaciones encaminadas a la construcción de polígonos industriales y desarrollo turístico, necesarios en épocas de crisis.

En el primer Plan del Carbón, el Principado también llegó a acumular 15 convenios caducados que suponían un gasto de 118 millones, pero casi todos se han retomado durante los últimos años. En total, si se suman los dos planes mineros, Asturias alcanzó 61 convenios caducados con una inversión global prevista de 150 millones de euros. La situación de estas obras está recogida en la última documentación oficial emanada, en marzo de este año, por el Instituto para la Reestructuración de la Minería del Carbón y Desarrollo Alternativo de las Comarcas Mineras (IRMC) y a la que ha tenido acceso en exclusiva LA NUEVA ESPAÑA.

La caducidad de estos convenios es un buen ejemplo del enorme retraso con el que desde las administraciones central y regional se están gestionando los fondos de infraestructuras y equipamientos del actual Plan Minero, tal y como se viene denunciando desde hace tiempo tanto por los dos principales sindicatos mineros y firmantes del Plan, SOMA-FITAG-UGT y la Federación de Industria de CC OO, como desde los partidos de la oposición, como el PP o IU. En principio estos convenios deberán de rehacerse e iniciar otra vez toda la tramitación administrativa previa a su firma, aunque cabe la duda de si el dinero necesario para ello estará disponible, dada la restricción presupuestaria impuesta por la administración central con el fin de reducir el déficit público, que ya se ha llevado por delante 200 millones de euros de fondos mineros para infraestructuras en los Presupuestos Generales del Estado de 2011, que serán prorrogados para el próximo ejercicio. Además, sobre 46 proyectos asturianos pende una nebulosa jurídica y legal que no se sabe aclarar en ninguna de las administraciones implicadas.

Entre los 46 convenios caducados en Asturias destaca que nueve de ellos están relacionados con la construcción de nuevo suelo industrial o el desarrollo de actuaciones turísticas, fundamentales para el futuro desarrollo de las Cuencas, afectadas de forma especialmente grave por la crisis. Las obras de polígonos paralizados son la adquisición de suelo para El Sutu II, en Laviana (487.000 euros); polígono de Corigos, en Aller (1,5 millones); fase III de La Curiscada, en Tineo (3,9 millones), urbanización de Cabañaquinta II, en Aller (3,4 millones) y los terrenos del mismo polígono (2 millones); ampliación de las naves de empresas de La Curiscada (404.826 euros); suelo industrial en varios municipios de Asturias (956.295 euros); Parque Multiaventura Río Castello, en Cangas del Narcea (2,3 millones); y el centro de recepción de turistas de Abantro, en Caso (174.439 euros).

Otros de los proyectos significativos cuyo plazo legal de ejecución ha finalizado sin llevarse a cabo es, literalmente tal y como aparece en la relación de proyectos del Ministerio de Industria, el «pago de la compra de terrenos y de la redacción del proyecto para la rehabilitación de Talleres el Conde para su uso ferial, cultural y comercial», para lo que había consignados 6 millones de euros. Igual suerte han corrido otras actuaciones como la continuación del plan de mejora urbana en Campomanes, en Lena (1 millón de euros); el acondicionamiento del camino de La Flor e infraestructuras en Palacios y Piedracea, también en Lena, (1,38 millones de euros); el polideportivo de Cabañaquinta (Aller), con 720.000 euros; la realización de una piscina cubierta en San Julián de Bimenes (908.000 euros), la realización de nueve proyectos técnicos para la generación de suelo industrial en diversas poblaciones de las comarcas mineras (956.295 euros) o diversas actuaciones más como la adquisición de suelo, mejoras en carreteras, accesos, saneamientos, equipamientos sociales, culturales y turísticos en otras poblaciones como Mieres, Langreo, Tineo o Teverga.

Durante el primer Plan de la Minería 1998-2005, Asturias acumuló menor número de proyectos caducados al no realizarse en tiempo su tramitación, pero la inversión global era más alta, de 118 millones de euros. La causa, al igual que la mala gestión de todas las ayudas para la reactivación de las Cuencas, es la suma de un cúmulo de burocracia, desidia, enredos políticos y escasos medios materiales y personales.

Entre los proyectos que habían caducado destacaban la V fase del campus de Mieres (55 millones); el polígono de Villallana, en Lena (25 millones); el de Venturo, en San Martín del Rey Aurelio (2,4 millones); el plan de dinamización turística de Fuentes del Narcea (3 millones); Angliru-Base en Riosa (3 millones); la Ciudad del Motor de Tineo (2 millones); el complejo parque cultural La Vega, en Pola de Laviana y Barredos (7 millones); el centro Puerta de Asturias de Lena (5 millones), que desapareció finalmente al fracasar su diseño; o polígonos como los de Degaña y Las Vegas en Caso, en otros. La mayor parte de estos proyectos se retomó durante el segundo Plan Minería 2006-2012. Pero la incógnita es qué ocurrirá con los proyectos caducados en el Plan del Carbón vigente. La crisis económica y los duros recortes presupuestarios del Estado dificultan su recuperación.