Pola de Lena sonaba ayer a motor Harley Davidson. El Club Astur de esta emblemática marca americana de motos organizó en la plaza Alfonso X El Sabio su III Concentración y logró congregar a más de 200 moteros de diferentes partes de España. Por la noche, los asistentes dejaron aparcada a su compañera de dos ruedas y disfrutaron de los conciertos del «L.lena Custom Town, Motor, Rock & Arts Festival».

El festival musical, también organizado por el Club Harley Davidson Astur en colaboración con el Ayuntamiento de Lena, comenzó el viernes por la noche con la actuación de «A3 Covers Trío», «Beatles Tribute» y «Rafa Kas Trío». La noche se alargó un poco más de lo previsto, pero los moteros lograron llegar puntuales a la concentración de ayer. Empezaron a llegar poco a poco, pero a mediodía la plaza Alfonso X El Sabio ya estaba invadida por las «Harley» y comenzaron las rutas por el concejo. A las dos de la tarde, el rugido de los motores hizo vibrar a la capital del concejo de Lena: «Es nuestro saludo, se han portado genial con nosotros», explicó Domi García, presidente del Club Harley Davidson Astur.

La Concentración motera Harley Davidson en Asturias comenzó a celebrarse en 2010 y este año, por primera vez, se celebró en Pola de Lena con récord de asistencia. La organización recibió inscripciones de toda España, aunque la mayoría de moteros llegaron a la Pola desde Málaga, Madrid, Cantabria, Guadalajara, Vizcaya y, por supuesto, de toda Asturias.

Motos, botas y cazadoras de cuero... tipos duros pero también sensibles. Durante la jornada, el Club Harley Davidson Astur organizó un sorteo solidario para recaudar fondos para la Asociación «Galban» de familias de niños con cáncer en Asturias. Además, anunciaron consiguieron 300 litros de leche que donarán íntegramente a Cáritas de Pola de Lena.

Tras su labor solidaria merecían una recompensa, así que el grupo «MBolas» amenizó la sesión vermú. Por la noche, los grupos «The Big Trouble Band», «Freddie Fano & The Narijuana Trio» y «La Col.la Propinde» cerraron el evento. Como despedida, ofrecieron otra vez el rugido de sus «Harley».