Los concejos de Aller y Caso no solo están unidos geográficamente, sino que sus gentes llevan afianzando este nexo durante más de tres décadas. Ayer, alrededor de sesenta de vecinos del municipio allerano rindieron visita a sus vecinos casinos de Caleao, un pueblo que los recibió con los mayores honores y en el que se desarrolló una agradable jornada de confraternización.

Al filo de las nueve de la mañana, los expedicionarios alleranos partían desde Felechosa hasta La Raya, a donde fueron trasladados en coches. Desde allí, comenzaron una travesía a pie durante más de diez kilómetros por los montes que separan ambos concejos para, al filo de las dos de la tarde, llegar al restaurante donde les estaban esperando sus collacios casinos.

Casa Zulima acogió el convite que lleva albergando durante más de tres décadas, cuando Tomás Hevia Requejo se encargaba de la organización del encuentro. Años después sería Juan Andrés Bonilla el que tomase el testigo de un evento que se repite cada verano y que nunca falla el calendario ni de alleranos ni de casinos.

Tras la comida, los anfitriones ofrecieron una visita guiada por Caleao al grupo allerano, y posteriormente, como en toda buena romería o hermanamiento asturiano no faltó la música y los bailes. Pese a los kilómetros de ruta, hubo quien no notó cansancio en los pies para lanzarse a la pista. Tras volver a casa, ahora los alleranos esperan la devolución de la vista.