El Ayuntamiento de San Martín del Rey Aurelio ha aprobado 36 órdenes de ejecución para proceder a la mejora o eliminación de pequeñas construcciones utilizadas como casetas de aperos de labranza en huertas y fincas periurbanas del concejo. Los propietarios cuentan con un plazo de tres meses para afrontar las reformas o, en su caso, derribar las "chabolas". Otros 21 expedientes están en fase de tramitación y 10 más a la espera de que los propietarios de las fincas sean identificados. La iniciativa forma parte del plan integral de limpieza puesto en marcha hace un año en el municipio.

Los requerimientos más comunes de la Oficina Técnica de Urbanismo a los propietarios son retirar somieres reutilizados en cierres, sustituir la uralita de las techumbres por teja, retirar plásticos y bidones y limpiar el terreno. En otras ocasiones se ordena también la demolición o rehabilitación de chabolas o invernaderos que no reúnen las condiciones adecuadas. "Los vecinos titulares de estas primeras 36 parcelas se han mostrado comprensivos con las exigencias municipales y ya han comenzado a acometer las obras que de manera particular se ordenan para cada caso; esas obras se supervisarán transcurrido el plazo legal establecido para comprobar el resultado de las actuaciones, explicó el concejal de Medio Rural, Luis García Calvo.

Las primeras reformas ordenadas afectan principalmente a los pueblos de Arbexil, Escobio, San Martín, Ronzón, Sienra, El Sutu o La Isla. "Con esta iniciativa pretendemos reducir el impacto visual que provocan estas construcciones en el entorno urbano en aras de preservar y potenciar nuestro patrimonio natural y paisajístico, que consideramos un activo para el desarrollo futuro del municipio. Además, velamos por el cumplimiento de la legalidad en cuanto a la seguridad y salubridad que deben reunir estas parcelas", argumentó García Calvo.

La mejora del ornato público y de la salubridad también son las razones que han impulsado otra de las medidas del Ayuntamiento. El Alcalde ha publicado un bando en el que recuerda a los vecinos la prohibición de alimentar en los espacios públicos a todo tipo de animales como perros, gatos o palomas. El bando, que refleja las sanciones que implica el incumplimiento de la normativa, alude también a la obligación de recoger los excrementos de mascotas.

En las últimas semanas han proliferado las quejas vecinales por la comida acumulada en la vía pública.