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Santa Cruz da el visto bueno a la reforma de la subestación

Viesgo analizó ayer con los vecinos los detalles de la actuación, que costará 13,5 millones y mejorará el entorno

Los responsables vecinales que ayer acudieron a la reunión con Viesgo. FERNANDO GEIJO

Técnicos de la empresa Viesgo se reunieron ayer con la plataforma de afectados por la contaminación que genera la vieja subestación eléctrica de Santa Cruz. Los representantes de la compañía explicaron a los vecinos los detalles del ambicioso proyecto de reforma que se abordará para modernizar el equipamiento y cuyo coste ascenderá a 13,5 millones de euros. En síntesis, según la planificación expuesta ayer, las reformas consistirán en la renovación completa del parque de 132 KV (kilovoltios), de los transformadores de 132/30 KV, y también de los parques de 30 y de 12 KV. Una vez finalizadas las renovaciones se procederá a la demolición del antiguo edificio de la central de servicio a la actual subestación y del resto de instalaciones existentes y a la urbanización del conjunto.

Los portavoces de Viesgo explicaron que el proyecto tiene por objeto "hacer más eficiente la instalación, reduciendo su impacto visual y acústico". Las obras contemplan transformar la actual subestación de 132 KV en un equipamiento con tecnología "GIS" de última generación -sistema que busca mejorar resultados agilizando los procesos de toma de decisiones- . Los nuevos equipos se instalarán en un edificio cerrado de reducidas dimensiones que estará integrado en el entorno de manera que "no produzca impacto visual". La adaptación tecnológica del parque principal centrará la primera fase de los trabajos y hará necesario el rediseño del trazado de las líneas de 132 KV soterrando los últimos metros por el interior de la subestación para conectarlas con las nuevas celdas. En al segunda fase, según el proyecto, se abordará la reforma d e los parques de 30 y de 12 KV con la instalación también de nuevas celdas blindadas en el interior.

La futura subestación, ya que casi se puede hablar de un equipamiento totalmente nuevo, reducirá notablemente el impacto visual, ya que el aislamiento de los equipos por gas ( tecnología GIS) facilita los espacios "compactos" y por tanto representa "una alternativa que ahorra espacio a las clásicas instalaciones aisladas por aire".

Los vecinos, tras años de quejas por la contaminación que genera la vieja subestación, no solo han dado el visto bueno al proyecto, sino que están encantados. "Es lo mejor que nos podíamos esperar", señaló Arsenio Díaz Marentes, portavoz de la plataforma de afectados. Este colectivo, asesorado por especialistas, considera que los planes de Viesgo cubren por completo sus expectativas. Las únicas demandas que ayer plantearon se establecieron fuera del ámbito técnico. Los vecinos pidieron a la compañía eléctrica que, en el desarrollo de las obras, habilite en los terrenos que serán liberados al reducir el tamaño de la instalación un aparcamiento público, con capacidad para unos 30 vehículos. Del mismo modo reclaman la construcción de un pequeño parque gerontológico.

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