Llega el verano y con él una época bastante preocupante para las protectoras y para los animales. Y es que son bastantes las personas que en época estival deciden que su mascota no tiene hueco en sus vacaciones y deciden abandonarla. Corren, junto con el periodo posterior a las navidades, malos tiempos para los perros y los albergues de animales suelen incrementar su ocupación. En el caso de Mieres, el pasado mes de junio entraron 19 perros en las jaulas. Eso sí, la gestión de Alma Animal ha permitido que muchos de esos animales no permanezcan allí mucho tiempo, y salgan hacia casas de acogida.

"Se nota ya que ha llegado el verano, porque en mayo solamente tuvimos una entrada en el albergue y el recién terminado junio se llegó a las 19", explicó ayer Marta García, una de las responsables de la protectora Alma Animal. Entre esas mascotas, entró incluso una perra embarazada y que parió siete cachorros. "Es una pena, pero hemos conseguido que estén en una casa de acogida", explica García.

Es precisamente ese hecho, las acogidas, lo que permite que el albergue de animales de Mieres esté reduciendo, pese al incremento de entradas, su ocupación. Cuando Alma Animal llegó a la perrera, había más de un centenar de animales en las jaulas. Hoy quedan 77. "En realidad, a 30 de junio teníamos registrados a 99 animales, pero 22 de ellos se encuentran en casas de acogida", señala García. Y explica que "nosotros ya trabajábamos antes con casas de acogida, y teníamos una red creada que nos sirve de mucho apoyo". Tanto es así, que el depósito municipal de animales de Mieres ha reducido su ocupación de forma notable.

La llegada del verano es también una preocupación para los gestores del depósito. "Estamos expectantes a la espera de ver lo que sucede. Es verdad que el verano es una época en la que se abandonan más animales y no sabemos lo que nos puede venir ahora", señala la responsable de la protectora. Además, apunta a que en época estival, fundamentalmente en julio y agosto, se juntan dos problemas: hay menos salidas por adopciones y esas familias de acogida para los perros suelen fallar algunas semanas al estar de vacaciones. "Es posible que tengamos un pico de entradas", reconoce Marta García.

Tras quedar desierto en primera instancia el concurso para adjudicar la gestión de la perrera municipal de Mieres, la protectora avilesina sigue poniendo todo su "alma" para cuidar a los animales del depósito. "Hasta que no llegue alguien con todas las garantías, aquí seguiremos", zanja García.