La empresa que derribará el viejo cuartel de la Guardia Civil de Langreo ya ha comenzado los trabajos de redacción del proyecto. La firma langreana Pronalón, que se encargará de la demolición del edificio, tiene previsto iniciar en "tres o cuatro semanas" la obra, aseguró el Alcalde, Jesús Sánchez. El plazo fijado inicialmente para acometer el derribo, que era de tres meses, quedará finalmente reducido a dos meses, si se cumplen las previsiones iniciales de la empresa. Así lo indicó el regidor, que añadió que no habrá afecciones al tráfico en la calle Jovellanos, una arteria que registra un notable nivel de tráfico, durante el desarrollo de los trabajos.

La demolición del viejo acuartelamiento fue adjudicada por 96.000 euros, con una rebaja de 4.000 euros respecto al presupuesto de licitación. Sólo una empresa presentó una oferta en el concurso convocado por el Ayuntamiento.

El Ayuntamiento ha adjudicado los trabajos aunque posteriormente será Sogepsa, la propietaria de la parcela, la que abonará los costes en tres plazos. Ese es el acuerdo alcanzado por el Consistorio y la sociedad regional para demoler el edificio, que está en ruina. "Desde el principio del mandato nos negamos a asumir que no se abordase el derribo de ese edificio en ruina", destacó el Alcalde, que destacó los esfuerzos realizados para que finalmente se acometa antes que finalice el verano la demolición del viejo acuartelamiento. Sogepsa había firmado un convenio con la Gerencia de Infraestructuras y Equipamiento de la Seguridad del Estado (GIESE), organismo dependiente del Ministerio del Interior, y con el Ayuntamiento de Langreo para la construcción del nuevo cuartel. La sociedad regional recibiría el solar del viejo edificio y una parcela próxima al nuevo cuartel, cuyo uso sería residencial. Las discrepancias entre Sogepsa y la GIESE respecto al desarrollo del convenio, que se dirimen en los tribunales, retrasaron primero la apertura del nuevo acuartelamiento y posteriormente el derribo del edificio ubicado en Langreo Centro.