Las fresas nunca combinaron tan bien con el coco. Todo ello gracias a un descubrimiento realizado por el grupo de investigación Producción Agrícola Sostenible, (Proagris), perteneciente al área de Producción Vegetal de la Escuela Politécnica de Mieres y dentro del Departamento de Biología de Organismos y Sistemas, que ha descubierto que cultivar las fresas sobre fibra de coco mejora tanto su crecimiento como su calidad respecto a los tradicionales cultivos con tierra en el suelo. El estudio acaba de ser publicado en la prestigiosa revista "Scientia Horticulturae".

El trabajo está liderado por el profesor Pedro Palencia García, cuyo equipo comparó dos medios de cultivo de plantas de fresa para determinar el efecto en su crecimiento, así como en la producción y calidad de la fruta. Los ensayos se llevaron a cabo en dos etapas diferentes del ciclo de cultivo -precoz o temprano y tardío- en dos años. Las plantas y las frutas de fresa se estudiaron de forma semanal.

Así se demostró que las fresas cultivadas en la fibra de coco "obtuvieron valores más altos en cuanto al rendimiento de fruta por planta, peso del fruto, firmeza, salinidad, sólidos solubles totales (cantidad de azúcar), ácido ascórbico (vitamina C), antocianinas y compuestos fenólicos", según apuntan desde la Universidad de Oviedo.

Toda la investigación se desarrolló en un invernadero bajo condiciones naturales de luz y temperatura, utilizando plantas de fresa de día corto, variedad "sabrina", fertirrigadas (abono aportado con el riego) con riego localizado (goteo). Las plantas se colocaron unas en la fibra de coco y otras en un suelo de textura arenosa con baja retención de agua y un PH de 7,21 para poder realizar la comparativa. Los investigadores registraron el nivel de clorofila en las hojas de forma semanal, mientras que las frutas se clasificaron, en cada cosecha, por tamaño y color externo para evaluar su calidad.

La fibra de coco es un producto natural, biodegradable y que presenta gran capacidad de aireación y retención de agua. El sistema de producción sin suelo con fibra de coco "presenta entre otras ventajas el mejor control en el uso del agua, permitiendo la recirculación y evitando el lixiviado (líquido residual), con todo lo que eso implica", destacan. También señalan que "se puede producir en aquellas zonas donde el suelo puede ser limitante y la cosecha se realiza de forma más cómoda al poder elevar las plantas a la altura deseada".

Este tipo de cultivo con fibra de coco ya se está utilizando a nivel mundial, aunque "la producción de fresa se realiza mayoritariamente de forma tradicional, en un sistema de cultivo repetido año tras año en la misma superficie de terreno, con desinfección química del suelo".

La fresa representa el 70% de la superficie dedicada a frutos rojos en España. La producción es de 350.000 toneladas, destinadas principalmente a la exportación, lo que supone más de 360 millones.