El centro de cría del bisonte ideado para la zona de Caleao (Caso) tendrá que esperar. Sus promotores, la parroquia rural de Caleao, lo presentaron al plan "Leader" del Alto Nalón, pero no tuvo el respaldo necesario para ponerlo en marcha. Su intención es retomarlo, "pero cuando lo tengamos mejor proyectado en el territorio", como explicó Juan Ramón González, presidente de la parroquia rural de Caleao. Tampoco había contado entonces con el respaldo de los ecologistas. Desde Equo se había criticado que se malgastaría "un dineral en una iniciativa que no tiene ningún sentido ecológico, económico ni social".

El proyecto planteaba su ubicación en el monte Isorno y fincas particulares, ocupando una extensión de 35 hectáreas. Su coste era cercano a los 100.000 euros con la intención de dar empleo a seis guías. Entre los trabajos a realizar se incluía el establecimiento de un cerramiento y de una construcción que sirviese de "hide" (red de camuflaje) fotográfico y a su vez de infraestructura para la alimentación y cuidados de los animales. Los visitantes, por su parte, podrían ver a los bisontes desde un punto de observación ubicado junto al recinto, aunque también se ofertaría la posibilidad de hacer visitas guiadas al interior para fotografiar los animales en su hábitat natural. La visita se complementaría con un recorrido por el pueblo de Caleao para conocer elementos etnográficos, históricos y sociales del pueblo. En la iniciativa también se pretendía la edición de una guía con dibujos de la historia del pueblo, sus rutas, su naturaleza y el proyecto de conservación del bisonte europeo para su venta junto con la visita guiada. En cuanto a los animales del cercado, se planteaba contar con dos machos y cuatro hembras reproductoras, mas las crías que puedan nacer, hasta llegar a la edad adulta, en la que los animales se destinarían bien a otros proyectos de cría o bien a la reposición de alguno de los ejemplares.

El bisonte europeo es una especie en peligro de extinción muy amenazada en la actualidad. Se calcula que quedan unos 4.500 ejemplares en todo el continente. Los bisontes basan buena parte de su dieta en la ingesta de herbáceas leñosas, por lo que contribuyen a sanear el monte y prevenir incendios.