El acceso para sortear el argayo de Anzó (Sobrescobio), que aísla Caso por el corredor del Nalón, está abierto desde esta mañana a las 7.30 horas. Además, las obras para sanear la peña se han parado ante el elevado riesgo de que ésta se venga abajo. Se trata de unos trabajos "muy complicados", y en la zona donde se estaban realizando han aparecido nuevas grietas en la montaña. Se está a la espera de un informe técnico para saber cómo actuar.

Los alcaldes de Caso y Sobrescobio, Miguel Fernández y Marcelino Martínez, visitaron ayer las obras del acceso provisional. Dejaron claro que es un paso para los vehículos todoterreno autorizados: trabajadores de Caso y un taxi que da continuidad a la línea regular de autobuses La Foz (Caso)-Oviedo y al transporte escolar. Es un kilómetro de recorrido, que sortea el río Nalón y discurre por el margen del cauce para enlazar con la antigua AS-117. Los que lo crucen sin autorización se enfrentan a una sanción.

Tres carteles avisan a la entrada del acceso en Anzó: "Prohibido el paso a todo vehículo no autorizado", "pista provisional, peligro de desprendimiento" y "prohibido el paso a los peatones". "Es un paso para servicios y emergencias, no para divertirse. Hay que ser prudentes", señaló Miguel Fernández. El recorrido provisional discurre muy próximo al argayo, actualmente en obras para limpiar y afianzar el talud. Los traslados comenzarán esta mañana, a primera hora, con los ocho alumnos de Secundaria y Bachillerato que viven en Caso. También todos los trabajadores, como el servicio de correos o la maestra, siempre que viajen en todoterreno. Está abierto de 7.30 a 22 horas.

El argayo de Anzó se produjo hace dieciocho días. Desde entonces, los únicos accesos para el tráfico rodado se limitaron al alto de la Collá d'Arniciu -desde Infiesto y en muy malas condiciones- y el puerto de Tarna. Estas dos carreteras alargan el viaje al concejo en más de una hora. La Unidad Militar de Emergencias (UME) había descartado habilitar un paso alternativo por la orografía de la zona. Miguel Fernández destacó que "el desprendimiento está en el peor lugar posible", una zona en la que la carretera se estrecha hacia el río Nalón. Una área con abundante presencia de turistas por la cercanía de dos restaurantes, separados ahora por el gran desprendimiento.

El paso, habilitado por la obra con el permiso del Principado y la Confederación Hidrográfica del Cantábrico, está a escasos metros del desprendimiento en Anzó. Se ha habilitado una carretera angosta hacia el río y una suerte de puente para salvar el cauce, formado por tubos de hormigón. Hay otro paso, al otro lado del Nalón, para acceder a la antigua AS-117. El acceso termina en la zona conocida como la cuesta del Pantano.

El servicio de taxi está exclusivamente reservado para los escolares y para los viajeros de la línea regular de autobuses La Foz (Caso)-Laviana-Oviedo. Esta línea tiene tres servicios: el primero a las 7 de la mañana y el último a las 20.15 horas. Los viajeros saldrán en autobús de Caso, sortearán el argayo en el taxi, y tendrán el autobús esperando al otro lado del argayo. Lo mismo en el sentido contrario.

Ultimar la construcción del paso centró ayer los esfuerzos de la empresa encargada de la obra. La actuación en el desprendimiento avanza a buen ritmo, pero sin perder de vista la seguridad. Está ya construida una plataforma, con restos trasladados desde escombreras, que permite a la grúa acceder a la zona más alta del talud. El Principado espera abrir el corredor en menos de tres semanas.