Golpe sobre la mesa para defender la oferta educativa en las Cuencas. Dos colegios, los dos amenazados por los recortes de aulas de cara al próximo curso, mantendrán las movilizaciones a pesar del inicio de las vacaciones de verano. Son el colegio público de Figaredo y el centro concertado San José de Sotrondio. Para el primero, rendirse significaría aceptar que todos los alumnos de Infantil estén en el mismo aula (actualmente hay dos). Para el segundo, el final de la Educación Secundaria Obligatoria (ESO) en el colegio. Las comunidades educativas mantuvieron ayer sendos encuentros y, separadas por varios kilómetros, lanzaron la misma proclama: "No nos vamos a rendir".

Fue una jornada intensa. En el colegio San José de Sotrondio estaba previsto un encuentro con representantes de la formación local de Ciudadanos: "Ellos se pusieron en contacto con nosotros, estamos dispuestos a explicar nuestra situación a todos los grupos que nos consulten", aclaró Saray González, miembro de la AMPA (Asociación de Madres y Padres de Alumnos) y de una de las familias afectadas por el recorte.

El problema en el colegio San José comenzó al finalizar el plazo de prematrícula para el próximo curso. El centro no cumple con la ratio establecida para mantener la ESO, pero por muy poco: hay 18 alumnos y se requiere un mínimo de 20. La dirección ha presentado alegaciones a esta decisión, que aún están tramitándose: "No renunciaremos a lo que creemos que es nuestro", afirmaron fuentes del colegio. Los padres y madres, junto a los alumnos, se concentraron ayer a la puerta del colegio con pancartas que rezaban: "Si no hay libertad de elección, no hay libertad de educación".

No será la última movilización. Las familias reconocen que, durante el verano, será más difícil organizar las protestas. Pero la reivindicación no entiende de vacaciones. "Seguiremos protestando hasta el final", afirmaron. Literalmente: aunque la Consejería no dé marcha atrás con el recorte previsto, las dieciocho familias llevarán a sus hijos al colegio San José de Sotrondio el primer día de clase.

En Figaredo no valen las medias tintas. La Asociación de Madres y Padres convocó ayer una asamblea en el centro para dar a conocer el arreglo que ha propuesto la Consejería de Educación para el colegio. En lugar de dejar la oferta de Infantil reducida a un único aula con sólo una docente, accede a contratar otro profesional a media jornada. Y de las dos paradas de autobús que solicitan las familias (hasta ahora ambas denegadas), Educación permitirá una.

"No nos vale, porque este arreglo que nos ha propuesto el Principado no soluciona nada", afirmó Adrián Martínez, presidente del colectivo. Las familias del colegio de Figaredo mantendrán, durante la negociación, sus reclamaciones íntegras: dos aulas, con sus respectivos docentes, para Infantil y las dos paradas en las localidades de Cabojal y Cortina.

No son brindis al sol, las dos reclamaciones están argumentadas. Según Martínez, "es imposible que los alumnos de Infantil estén bien atendidos con un único aula. Hay pequeños que aún tienen que ir acompañados al baño, la profesora no puede ausentarse de la clase y dejar al resto solos". En cuanto a las paradas de autobús, "este curso habrá alumnos de Cortina y Cabojal, no tiene sentido que se prive a esos niños del transporte escolar". "Y mucho menos sentido tiene que nos concedan una parada y otra parada no", añadió el portavoz de las familias.

La reclamación es clara y la postura de padres y madres del colegio público de Figaredo, por el momento, parece inamovible. En las próximas semanas, aunque ya sin actividad en la escuela, mantendrán la reivindicación. De momento, esperan que la polémica llegue a la Junta General del Principado de Asturias. También negocian con la corporación para tener el respaldo del Pleno municipal. Para algunos el curso no termina tras la entrega de notas.