Los misteriosos murales de temática religiosa que fueron descubiertos el pasado mes de abril en una casa en ruinas de Ujo siguen escondiendo muchos enigmas, pero los historiadores han logrado recabar un buen puñado de evidencias que permiten conocer con bastante exactitud su origen. El estudio encargado por el Ayuntamiento de Mieres fue ayer presentado a los vecinos antes de ser trasladado a Patrimonio, ya que será al final el Principado quien decida si el enclave termina teniendo algún tipo de protección cultural, como pretende el gobierno local. Los expertos estiman que las pinturas fueron realizadas a finales del siglo XVIII por un desconocido artista local. El estilo es barroco popular. Hasta ahí, todos de acuerdo. Las discrepancias surgen al analizar la finalidad y propósito los murales.

Los tres frescos hallados en Ujo han sido analizados por dos expertos. El historiador Ernesto Burgos, colaborador de LA NUEVA ESPAÑA, sostiene que se trata de un trabajo vinculado a la Cofradía de la Virgen del Rosario, cuya presencia en la localidad sitúa en torno al año 1776. Entre otros datos, Burgos basa su hipótesis en los escritos de Gaspar Melchor Jovellanos , quien pasó por Ujo en 1793 haciendo las mediciones para la futura carretera de Castilla: "En sus diarios apunta que las casas de Ujo estaban llenas de este tipo de pinturas, definiendo al autor como un tonto del país".

Por su parte la historiadora Lorena Meana, actualmente contratada en prácticas por el Ayuntamiento, se inclina por relacionar los murales con el Camino de Santiago y, más concretamente, con un hospital de peregrinos.

Claves

La clave sobre el significado de las pinturas posiblemente esté escondida en el propio edificio. Los tres murales que se encontraron cuando se iba a proceder al derribo del mismo, casi son total seguridad, formar parte de un conjunto integrado por una docena de escenas religiosas. Sobre el primer fresco no hay discrepancias. Se trata de la Vía Crucis. Es el mejor conservado. En el segundo parece la Virgen sosteniendo el cuerpo de Jesús. Y en la tercera es donde surgen las discrepancias. Al faltarle la mitad superior, hay dudas sobre la escena. Meana aboga por enmarcar el dibujo en el contexto del descenso de Cristo los infiernos. Burgos ve a la Virgen entre dos cautivos desnudos y encadenados. Lo argumenta al no aparecer estigmas en las manos de la figura central y al considerar improbable que se representase a Adán y Eva encadenados. La interpretación de Burgos permitiría relacionar las pinturas de El Lugarín con la Cofradía del Rosario, siendo el inmueble actualmente en ruinas la antigua sede de la sociedad.

El concejal de Cultura, Juan Ponte, apuntó que será ahora Patrimonio quien decida sobre las medidas que se deben adoptar para conservar y proteger este legado cultural enclavado en una propiedad privada. El Ayuntamiento propone establecer una figura de protección que "garantice la conservación mediante su inclusión en el Inventario de Patrimonio Cultural de Asturias o en el catalogo Urbanístico de Mieres". También se reclama la evaluación de los restos por parte de un restaurador para poder establecer un protocolo de actuación.