Con las manos vacías. Así se fueron ayer los responsables de UGT y CC OO tras reunirse por tercera vez -la segunda en menos de diez días- con los representantes del Ministerio para la Transición Ecológica. Los sindicatos, que sí habían hecho los deberes, entregaron su propia propuesta que se va a utilizar como futuro punto de partida de las negociaciones. A la reunión también asistió, aunque muy brevemente, el secretario de Estado de Energía, José Domínguez Abascal, quien confirmó a los sindicatos que los representantes partícipes en el encuentro gozaban del máximo respaldo por parte del ministerio y que su voz era la de la propia Teresa Ribera. De momento, han vuelto a citarse para el próximo día 27.

Las centrales se habían quejado en reiteradas ocasiones de la falta de contactos directos con la cúpula del ministerio. Pues bien, ayer acudió Domínguez Abascal, aunque sólo estuvo presente quince minutos cuando la reunión duró tres horas. A pesar de su brevedad, el secretario de Estado les transmitió "la voluntad política del Gobierno de llegar a acuerdos en el plazo más breve posible". Palabras que fueron bien recibidas por los sindicatos que, no obstante, le reclamaron que demostrase esa buena voluntad. "El Gobierno nos ha enviado hoy una buena señal, pero ahora tiene que ponerla en práctica", afirmó Víctor Fernández, de UGT, quien aseguró que "si no firmamos un acuerdo por el bien del sector esta misma tarde es porque ellos no quieren".

Los representantes ministeriales se habían comprometido a presentar una base de negociación en la reunión de ayer, pero finalmente no lo hicieron con la excusa de que "tenían que aclarar una serie de dudas y puntualizaciones". Sin embargo, los sindicatos, en su intento de acelerar las negociaciones al máximo, presentaron su propia propuesta, que fue admitida por los representantes ministeriales como futuro punto de partida para las negociaciones que, esperan, puedan comenzar el próximo jueves. La propuesta sindical, como señaló Jesús Crespo, de CC OO, "muestra unos puntos que serán el esquema de los ejes fundamentales de negociación, ya que tenemos un tiempo muy limitado para hacerlo".

Los puntos concretos que los sindicatos han puesto encima de la mesa y han contado, de momento, con el beneplácito del Ministerio como hoja de ruta en la negociación, recogen aspectos como la búsqueda de soluciones para que las empresas mineras que quieran continuar su actividad más allá del próximo 31 de diciembre puedan hacerlo sin tener que devolver las subvenciones recibidas hasta entonces. Otro de los planteamientos sindicales pasa por la reactivación de la economía en las comarcas mineras, la formación de los mineros en nuevas actividades o que la restauración ambiental de las antiguas explotaciones puedan hacerlas los propios mineros. También pusieron sobre la mesa el establecimiento de un doble plan social, uno hasta el año que viene y un segundo hasta 2027.

Víctor Fernández señaló que "hasta hoy, toda la negociación con el Gobierno ha sido de forma muy desordenada". Defendió que su propuesta de hoja de ruta entregada a los representantes del Ministerio recoge puntos defendidos por las dos partes: "Es un plan compatible con sus iniciativas". El sindicalista coincidió con Jesús Crespo, quien afirmó que "el tiempo apremia, ya que no podemos esperar siquiera a mediados de octubre porque hay que desarrollar muchos reglamentos, además, un buen número de empresas mineras penden de un hilo y pueden cerrar de forma inmediata". Y aseveraron, "lo que nunca firmaremos será el cierre de las minas".

También coincidieron ambos líderes sindicales a la hora de reiterar que el carbón nacional todavía tiene futuro dada la importante presencia que tiene los combustibles fósiles dentro del actual "mix" de generación energética. "El peso de estos combustibles ronda a día de hoy el sesenta por ciento; además, creemos que el carbón que queman las térmicas para producir electricidad debe dejar un hueco para el carbón nacional". En esta misma línea, defendieron la vigencia de las centrales térmicas que queman carbón "por su contribución a la garantía de suministro eléctrico y al abaratamiento de la tarifa de la luz".