"En los años 80, Gijón entendió que, frente al desplome industrial, la cultura podía ser un elemento estratégico para la recuperación de la ciudad", explicó Carlos González Espina, director de programas de la fototeca del Museo del Pueblo de Asturias, en la conferencia sobre memoria y fotografía organizada por la Asociación Cultural y Minera Santa Bárbara dentro de las X Jornadas de Historia y Patrimonio. El acto contó con la colaboración del Ayuntamiento de Mieres y el Club LA NUEVA ESPAÑA de las Cuencas. Felipe Burón, presidente de la asociación organizadora aprovechó para recordar la actual exposición de José Muñiz, que puede ser visitada en la Casa de Cultura de Mieres, "La historia de nuestra cuenca en los años 50 y 60", dijo Burón.

La labor de introducción del ponente corrió a cargo de la historiadora María Fernanda Fernández, experta en patrimonio industrial, que calificó la Fototeca del Museo del Pueblo de Asturias como "garante de la memoria histórica de todos los asturianos". "Valorar la historia es ser leal a una tierra", manifestó Fernández, que destacó la importante función divulgadora de la Fototeca, en la que están representados todos los concejos asturianos.

Carlos González inició su intervención recordando que el Ayuntamiento de Gijón es titular de una importante estructura museística, que comprende tres centros de carácter arqueológico, dos dedicados a las bellas artes, el Museo del Ferrocarril de Asturias y el Museo del Pueblo de Asturias, nacido hace medio siglo como un anexo de la Feria Internacional de Muestras y entendido inicialmente como espacio festivo y de recreo con elementos folclóricos y etnográficos. Tras el abandono sufrido en los años 70, el Pueblo de Asturias pasó a depender de la Fundación Municipal de Cultura en 1985, experimentando entonces un nuevo auge. "Se creó un equipo, se hizo un plan museológico y, desde entonces, se supo hacia dónde ir", recordó el ponente, que mostró por medio de fotografías la evolución de la infraestructura, que hoy cuenta con diversos pabellones expositivos, en los que se muestran desde medios de transporte a aperos de labranza, y que, asimismo, acoge el Museo de la Gaita y la Fototeca. "Es prácticamente un museo de museos, lo que supone todo un reto; en el Pueblo de Asturias nos interesa casi todo", reconoció González, que sobre el archivo fotográfico nacido en 1992, y que en la actualidad contiene más de millón y medio de imágenes en todos los formatos, recordó su origen, a raíz de la adquisición del archivo del fotógrafo Constantino Suárez. "Aquello era la memoria de Gijón y Asturias durante el 34, la Guerra Civil y la posguerra ", dijo Carlos González.

"Tras esa compra, comenzó a sentirse la necesidad de salvar el patrimonio fotográfico; después llegaron los archivos de otros fotógrafos, como Valentín Vega, Miguel Rojo y otros", expuso González, que se mostró orgulloso del grado de credibilidad alcanzado por la Fototeca, que reúne las condiciones óptimas para la conservación de los archivos y que, además, los mantiene a disposición de estudiosos e investigadores. Como colofón a la conferencia, el ponente exhibió parte del archivo de Julio León Costales, donado por su familia y que contiene una completa muestra de la vida en nuestras cuencas mineras. "Tenemos la responsabilidad de conservar el archivo fotográfico en los formatos originales", dijo González Espina, que advirtió que "ya se está produciendo el cambio de paradigma de relación entre el museo y los usuarios, hoy mucho más directa y constante gracias a las nuevas tecnologías".