"¿Cómo es posible que la izquierda española sea incapaz de hablar con la gente en sus mismos términos?", se preguntó el escritor y trabajador social Daniel Bernabé (Madrid, 1980), en la presentación de su libro "La trampa de la diversidad". Fue un acto organizado por el Ayuntamiento de Mieres, con la colaboración del Club LA NUEVA ESPAÑA en las Cuencas.

La introducción del autor corrió a cargo de Carlos Barrio, que destacó la relevancia de una obra que ya va por la quinta edición. "Con su ensayo, Bernabé dio una patada al avispero y levantó una gran polémica", destacó Barrio. El autor centró su intervención en la relevancia adquirida por lo narrativo por encima de los hechos, de la acción, llamando la atención sobre las presentes polémicas que ocupan a la sociedad, en las que lo simbólico se eleva a categoría. "Ya hemos visto a empresas anunciándose en las marchas feministas. ¿Qué será lo próximo?, ¿la manifestación del Primero de Mayo patrocinada por el Banco Santander?", planteó Bernabé.

El escritor alerta de que las actuales polémicas están ocultando el debate sobre los problemas reales de la población, un clima del que culpa al neoliberalismo, sin olvidar la cuota de responsabilidad como partícipe de la izquierda. "He querido que este libro sea un espejo de lo que veo en la sociedad", reconoció Bernabé, que realizó un descripción de la cultura neoliberal, "que prometió diversidad pero nos homogeneizó. También se mostró "preocupado" por el ascenso de la ultraderecha "con un discurso sencillo y fácil, de bandera y odio" y la incapacidad de la izquierda para retomar el contacto directo con la base social: "La izquierda ha olvidado que estamos unidos por el trabajo", añadió. Y continuó: "Antes se vivía, ahora te tienen que enseñar cómo vivir, qué beber, qué leer, cómo vestir para ser diferente, algo que también se ha trasladado a la política". Así, denunció que "la izquierda carece de un modelo alternativo". "La política dejó de ser 'lo que se hace' para convertirse en una especie de 'guerra cultural' tomada como algo individual, como el que elige un refresco, movidos por factores simbólicos que nos llevaron a la mercantilización y la desunión", aseveró Bernabé, llamando la atención sobre la desaparición del factor ideológico.

"Los que tienen clara su identidad también tienen clara su ideología", continuó el ponente, que fija el foco en la actual diversidad de grupos sociales de identidad indefinida. "Hoy predominan los grupos separados, por ejemplo, por un lado obreros, por otro feministas, por otro inmigrantes, cuando hubo un tiempo en que los sindicatos tenían la virtud de unir y la capacidad de parar un país", recordó Bernabé. "Si el activismo del siglo XX buscaba la unión de los diferentes, el del XXI está separando a unos de otros", concluyó.