Rubén García, secretario general de CC OO en Hunosa, resaltó ayer que el acuerdo alcanzado con la dirección fue "el mejor posible" ya que permite seguir con la extracción de carbón en Nicolasa y garantizar el empleo de las subcontratas más allá del 1 de enero, algo que estaba en el aire. García destacó que el único de los encerrados afiliado a CC OO ya abandonó el encierro en la tarde del viernes. También expresó su temor de que "si la protesta se extiende, pueda influir en la negociación de un plan que afecta a 1.500 trabajadores".

García indicó que la SEPI "ya nos habían trasladado que las incorporaciones eran innegociables. Cuando ya no entran en Hunosa ni los preferentes absolutos que perdieron un familiar en accidente en la empresa, quedaba claro que no entraría ningún otro colectivo".

Ante esta "línea roja" de partida fijada por el Gobierno, en cumplimiento de la Ley de Estabilidad Presupuestaria, el "compromiso" con los subcontratados era que "continuaran trabajando en Hunosa el mayor tiempo posible ligados a trabajos de extracción, si seguíamos sacando carbón, y a las labores de recuperación de materiales y maquinaria de los pozos que fueran al cierre. Así como, posteriormente en labores de postclausura y acordar algún tipo de prioridad de estos trabajadores en las empresas que se pudieran poner en las Cuencas gracias a Sadim Inversiones. Es decir, que nadie quedara en la calle el 1 de enero, como muchos sabían que pasaría", indicó García, que remarcó que eso objetivos se consiguieron en el acuerdo alcanzado con la dirección.

"CC OO decidió" -prosiguió García- "no meter a los trabajadores en una huelga indefinida sabiendo que no podía garantizar una solución y menos bajo la amenaza que había de rescindir los contratos de las subcontratas que fueran finalizando, cuando algunos de ellos expiraban a finales de diciembre. Este es el mejor acuerdo posible".