La fiebre "ortogramer" se extiende por Asturias. Alumnos del instituto de Infiesto -que han puesto en marcha una brigada para detectar faltas y errores ortográficos en la cartelería de comercios, organizaciones e instituciones- visitaron Langreo para "salir de caza" con los estudiantes del IES Jerónimo González de Sama. La jornada fue fructífera. Encontraron un buen número de faltas, sobre todo por la ausencia o la mala colocación de las tildes. También había un cartel en el que aparecía "sama" con minúscula. "Eso ha sido alguien de La Felguera seguro", comentó uno de los asistentes con humor.

No se trata de la primera vez en que un centro educativo de la región pone en marcha una iniciativa similar. Ya lo hizo tres años atrás con éxito el IES Bernaldo de Quirós de Mieres. Sin embargo, el instituto piloñés suma a la experiencia el uso de las redes sociales. Los errores detectados en Infiesto pueden verse ya corregidos en el Instagram "Brigada ortográfica de Piloña", gestionado por los propios alumnos del centro (de segundo curso de ESO) y que ya tiene decenas de seguidores.

"Llamamos a los chavales 'ortogramers' porque, en cierta medida, son 'influencers' de la ortografía", explica la profesora de Lengua Castellana y Literatura del IES de Infiesto, Tamara Prieto, que explica la filosofía del proyecto. "Permite aprender las reglas de ortografía de forma práctica, con casos reales que ven en la calle, analizando en qué fallan y aportándoles una solución", apuntó.

En la salida por Sama se vieron "muchos fallos con las tildes, en carteles de comercios y algún indicador", expuso Teresa Carriles, de 13 años y una de las "ortogramers" de Infiesto. Coincidió en el análisis Cristina Iglesias, estudiante de segundo de ESO del IES de Sama y también de 13 años. "Hay sobre todos errores de tildes. Pero también otros como 'ect' en lugar de 'etc'; 'jugetes' en vez de 'juguetes': 'retonda' por 'rotonda'; y 'garage' en lugar de 'garaje', entre otras", relató Iglesias.

En Piloña, los "ortogramers" enviaron una carta al alcalde de Piloña para revisar las señales y carteles informativos municipales, que en muchos casos carecen de tildes. El regidor les contestó comprometiéndose a una reunión con ellos.