Las obras para construir la escollera "de emergencia" que evitará el derrumbe del Corredor del Nalón a la altura de Blimea comenzarán de forma "inmediata". De hecho, la maquinaria ya se encuentra en la zona donde se van a desarrollar los trabajos. Estas obras no obligarán a cortar el tráfico en la principal vía de comunicación del valle. Se cerrará el arcén y el carril en sentido Langreo -los que amenazan con desplomarse si el río sigue "comiendo" la escombrera sobre la que se asienta la vía-, y el tráfico se canalizará por el otro arcén y por el carril en sentido Laviana. Por este espacio el tráfico podrá circular en ambas direcciones a la vez, con conos separando carriles y con velocidad limitada.

El director general de Infraestructuras, José María Pertierra, visitó ayer la zona afectada junto a los alcaldes de San Martín del Rey Aurelio (Enrique Fernández), Laviana (Julio García), Sobrescobio (Marcelino Martínez) y Caso (Miguel Fernández). Estos tres últimos concejos son los que podrían quedar casi aislados en caso de que el Corredor tuviese que ser cortado. También estuvo en la visita el presidente de la Confederación Hidrográfica del Cantábrico, Manuel Gutiérrez.

En principio, la empresa encargada de la obra, la empresa Excade (que se encargó del "argayón" de Caso), iba a utilizar maquinaria "de brazo largo" desde la plataforma de la carretera. Finalmente, el plan de obra ha cambiado, y se considera mejor opción meter la maquinaria junto al río Nalón, construyendo una "isla" con las piedras del cauce en la que asentar la grúa que irá colocando la escollera. La finalidad de este muro es parar la erosión de la base del Corredor del Nalón.

La situación en la que se encuentra el Corredor ha generado cierta alarma vecinal, ya que se trata de una carretera muy utilizada, la principal vía de comunicación del valle del Nalón. En todo caso, Pertierra aseguró que la circulación por la zona sigue siendo segura.