"Nací al lado del pozo Modesta, así que mi primer y decisivo paisaje, el que recuerdo más profundamente, es el de la mina". Así lo manifestó Inés Praga Terente al inicio de la conferencia que impartió en la Casa de Cultura "Escuelas Dorado" de Sama de Langreo, con el título "La mujer y la mina, otra mirada al mundo del carbón". El acto contó con la organización de la Asociación Cultural "Cauce del Nalón" en colaboración con el Ayuntamiento de Langreo y el Club LA NUEVA ESPAÑA en las Cuencas.

Praga compartió con el numeroso público asistente que la idea de investigar sobre el papel de la mujer en la mina, le surgió a raíz del centenario del monumento a La Carbonera situado en el parque Dorado de Sama. "Es un personaje que siempre está ahí y que además de estar estrechamente vinculado a nuestro pueblo, representa mejor que nada el esencial papel que la mujer ha tenido en la mina", dijo. La conferenciante, que fue catedrática de Filología Inglesa en la Universidad de Burgos, destacó que "llevar a cabo este trabajo de investigación ha sido apasionante, pues he descubierto no solo la importancia esencial de las mujeres en el trabajo de la mina, sino también como pilares fundamentales en la formación de la conciencia social del Valle, algo que queda perfectamente reflejado en el papel que jugaron en todas las huelgas mineras y en especial en la huelgona del sesenta y dos".

Del mismo modo, también hizo alusión a que "toda esa importancia de las mujeres en el universo minero, ha quedado plasmada en numerosísimas representaciones artísticas, en la música, la literatura y la pintura, con obras como las de Eduardo Arroyo o Úrculo entre muchos otros". Y es que, según refirió, "el paisaje de la minería, el del pasado y también el del presente no estaría completo sin tener en cuenta la indeleble presencia de las trabajadoras del carbón". Porque para la ponente, "es vital conservar la memoria, mantenerla viva y transmitirla de modo que el recuerdo de estas mujeres vaya más allá de una pura nostalgia localista".

Inés Praga estuvo acompañada por la bibliotecaria Conchita Martín que ejerció como presentadora del acto, y lo hizo poniendo de manifiesto su convicción de que parece que la minería ha sido siempre un mundo de hombres, "un lugar donde las mujeres estaban pero no eran visibles aunque trabajaban, sufrían, luchaban y morían como ellos". Para Martín, la historia ha sido tremendamente injusta con estas mujeres "porque solo nos habla del trabajo, la lucha o la muerte más o menos heroica de los hombres que la escribieron, pero ha silenciado de modo inexplicable que las mujeres siempre estuvieron ahí".

La presentadora también lamentó la escasez de imágenes que nos llegan de las mujeres en el ámbito de la minería "porque si bien no son muchas, existen y ahí está para demostrarlo el extraordinario archivo gráfico de Valentín Vega en el Museo del Pueblu de Asturies, unas fotografías que nos muestran no solo como era el trabajo diario sino el enorme orgullo minero que atesoraban, al posar con sus mandiles de pañar carbón y sus manos sucias de polvo negro".