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Los pescadores se ausentan del coto de Mieres, esquilmado por el cormorán

La que fuera una de las zonas deportivas con más demanda de Europa languidece con solo dos reservas para todo el verano

Los pescadores se ausentan del coto de Mieres, esquilmado por el cormorán CAMPORRO

El coto de pesca sin muerte de Mieres nació en 1997 y fue de los primeros de la región dentro de esta modalidad. Las revistas especializadas lo colocaron 1999 como uno de los mejores cotos de Europa, pero actualmente languidece sin casi demanda y con una colonia de truchas arruinada desde hace más de una década por una descontrolada presencia de cormoranes. El resultado es que de las 530 reservas abiertas para los meses de julio y agosto, sólo se han cubierto, de momento, dos.

"El coto ha pasado de ser el mejor con diferencia de todo España a ser uno de los peores", apunta Ignacio Fernández Cerra, delegado comarcal de la Asociación Asturiana de Pesca. La zona de pesca sin muerte que se extiende a lo largo de todo el tramo urbano del río Caudal permite un máximo de 10 cañas al día. Actualmente hay una reserva para el 27 de junio y otra para el 29. Saltando a los meses de julio, agostó y septiembre Tan sólo se han tramitado otros dos permisos (3 y 12 de agosto).

Los pescadores no se extrañan de la casi nula demanda que tiene un coto que hace veinte años reunía a más de medio centenar de aficionados por semana. "Apenas hay interés y ya ni se reserva. Al final seguro que el recuento de pescadores se incrementará ligeramente, pero lo que sucede es que al saber que no hay demanda, quien quiere pescar sabe que le basta con llamar el día antes", explican los portavoces federativos. Además, el coto ya no atrae a aficionados de fuera de la región, cuando en su momento llegó a atraer a visitantes europeos.

Los pescadores vienen denunciando el "total abandono" del coto sin muerte de Mieres. El gran problema es la proliferación de cormoranes, una aves invasoras que han esquilmado la población de truchas y hacen ineficaces los esfuerzos de repoblación. "El punto donde se detecta una mayor concentración es en los alrededores del puente de Santullano", explican los propios pescadores. Los aficionados afirman haber llegado a divisar concentraciones de cerca de medio centenar de aves en un tramo de río no superior a los 200 metros de longitud. Para las truchas, poco menos que un campo de minas.

Las labores de encauzamiento y limpieza permitieron que en 1996 el tramo del Caudal que discurre entre Ujo y Ablaña estuviera repleto de truchas de buen tamaño. Los pescadores sostienen que la presencia de cormoranes en los ríos de la comarca es en estos momentos un problema que parece ya insalvable. Las puntuales batidas selectivas que comprometió el Principado para reducir el número de estas aves no han aliviado la situación según los aficionados, por lo que no hay mucho optimismo ante este tipo de iniciativas. "Además también han proliferado las garzas y las nutrias", recalcan las asociaciones comarcales de pescadores.

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