La "importancia que la central térmica de Lada ha tenido en la reciente historia de la industrialización en Asturias" provocará que especialistas en patrimonio histórico industrial "documenten" las instalaciones antes de su desmantelamiento. Esa es la petición trasladada por el Servicio de Protección, Conservación y Difusión del Patrimonio Cultural del Principado a Iberdrola, propietaria de la planta, en el trámite de consultas a administraciones afectadas dentro de la evaluación ambiental del desmontaje del complejo industrial.

La central térmica, refleja el departamento regional, no reúne los requisitos de antigüedad o valores singulares para ser protegida en virtud de la Ley 1/2001, de Patrimonio Cultural de Asturias. Sin embargo, la Consejería de Cultura, Política Llingüística y Turismo defiende que expertos en patrimonio histórico industrial lleven a cabo un inventario de las instalaciones aunque no se conservará ninguna de las estructuras ubicadas en Lada, en una superficie de 24,61 hectáreas. Las actividades de documentación se incorporarán al plan de vigilancia ambiental incluido en el proyecto de desmantelamiento de la central.

Esta solicitud ha sido incorporada por Iberdrola al proyecto de desmantelamiento, en el que se han incluido todas las modificaciones reclamadas por las diferentes administraciones. Entre ellas figuran las peticiones trasladadas por la dirección general de Biodiversidad y Confederación Hidrográfica del Cantábrico centradas en la demolición de la presa sobre el río Nalón, la última de las instalaciones que será desmontada, que se completará en cuatro meses.

Para evitar afecciones a los peces durante la ejecución de los trabajos en el cauce, la empresa tendrá que llevar a cabo previamente una captura de los ejemplares en el tramo afectado mediante pesca eléctrica para devolverlos al tramo aguas arriba. La ejecución de las obras obliga a acceder al cauce, que se podrá realizar solo en los meses de verano (cuando hay menos caudal). La presa, de hormigón armado y formada por tres vanos y dos pilas, tiene una longitud de 22,5 metros y una altura sobre el lecho del río de siete metros. Tras el desmantelamiento de las instalaciones del puente, la pasarela y las compuertas, se demolerán las pilas y el puente de hormigón.

Ante la solicitud de la Confederación Hidrográfica la eléctrica incorporó una adenda al proyecto para incluir un estudio en detalle de la demolición de la presa, entre otra documentación. El desmontaje de la térmica de Lada generará 102.488 toneladas de residuos, de los que se prevé reutilizar 65.683. El cierre y desmantelamiento de la central superó otro trámite, el de evaluación de impacto ambiental, paso previo a la autorización de clausura por parte del Ministerio para la Transición Ecológica.