Si hay algo que caracteriza a la población asturiana es su solidaridad. Una característica que por su historia minera se hace quizá más notable en las Cuencas. El trabajo en los tajos, en los que las vidas de unos compañeros estaban en manos de otros, forjó ese carácter tan agradecido con los demás. Y uno de esos vecinos es Antonio Suárez, un allerano nacido en La Fuente que no duda en echar una mano cada vez que se le requiere.

La última actuación de este hombre fue ayer en el río, cuando no dudó en lanzarse a una zona frecuentada por numerosos jóvenes que buscan el refresco en las aguas del cauce para retirar una placa de metal que estaba suponiendo un peligro. Este vecino se echó al agua y, sin dudarlo, sacó la pieza, que podría haber dañado a algún pequeño en sus momentos de ocio. Su acción recibió el mejor premio que podía tener: una gran ovación por parte de quienes estaban en la orilla del río.

Suárez ya fue reconocido por su labor solidaria por la Asociación de Vecinos de San Blas de Collanzo. Una de sus aportaciones para el concejo fue la de desprenderse de un terreno junto a su familia en la zona de La Pandiecha para que se pudiera construir en ese suelo un mirador público. Además, cualquier acción que se tome en favor de la limpieza y la mejora de los pueblos del alto Aller siempre cuenta con las manos de Antonio Suárez.