"Innovar para volver al principio". Por un lado, asesorar, ayudar y fidelizar a los clientes como se hacía antaño en el comercio de proximidad. Por otro, estar presenten en las redes sociales, ofreciendo los productos, los servicios y resolviendo las dudas a los potenciales clientes. "Es unir lo mejor del comercio de antes y del moderno", explicó Luis Bobes, propietario de la Sombrerería Bobes de Oviedo, pionera en la digitalización del negocio familiar en Asturias, que impartirá el próximo jueves un curso online a comerciantes organizado por la antena de la Cámara de Comercio de Oviedo en el valle del Nalón.

El taller se titula "Guía de supervivencia de mi tienda en la situación actual". Un momento complejo, ya que a la crisis económica "que es una crisis de cambio de modelo en el consumo" se añade ahora la pandemia del covid. "Los comerciantes debemos adaptarnos, y a veces cuesta cambiar de hábitos", explica Bobes. Tener una tienda hoy en día supone un trabajo constante. Mientras está abierta en atención al público y cuando no, para gestionar sus redes sociales, web... de forma adecuada.

"Las dos recomendaciones que haría en esta guía de supervivencia son dos", afirma el ponente. La primera, recuperar lo mejor del comercio de proximidad clásico. Es decir, "implicarse con los clientes, es ser más que un vendedor, más bien es ser un solucionador de problemas. Tener empatía, aconsejar, orientar en la compra, en lo que mejor se puede adaptar a sus necesidades. Formar un vínculo con el cliente".

El segundo consejo, adaptarse a los nuevos tiempos, "no solo vendemos en la tienda. Hay que potenciar el negocio, trabajar con las redes sociales, el Whatsapp, profundizar en la digitalización". En resumen, según Luis Bobes, "innovar para volver al principio".

Sobre la posibilidad de la tienda online, en la que su comercio fue pionero, Bobes es más escéptico. Cuando su comercio desarrolló este modelo, en 2007, "éramos los únicos que vendíamos sombreros en la red, era un mercado limitado. Ahora todos lo hacen, las grandes marcas, y ahí están también los grandes distribuidores haciendo la competencia". Por eso, hoy en día, la tienda online de un pequeño comercio "pienso que no todo el mundo debe ir a por ello. Es muy complicado, salvo que lo que se ofrezca sea un producto muy exclusivo. Si se vende algo generalista, es posible que no merezca la pena. Me da pena que se venda que es 'el Dorado', porque no lo es. Puede resultar una alta inversión y generar frustración".