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Sepes no vende en la Mayacina: "Los pisos ya no son nuevos y no bajan los precios"

El Ayuntamiento pide a la sociedad estatal que explore nuevas fórmulas de comercialización, como alquileres con opción a compra

El exterior del edificio promovido por Sepes en la Mayacina. JANDRO RODRÍGUEZ

La Sociedad Estatal de Promoción de Suelo (Sepes) ha vendido cuatro pisos desde 2017 en su promoción de la Mayacina. La entidad pública tiene sin ocupar 64 de los 131 inmuebles que puso en el mercado hace ya una década para impulsar el desarrollo residencial del esperado ensanche urbano de la ciudad. Los profesionales del sector afirman que lo que está sucediendo en este céntrico edificio responde a una "comercialización deficiente". Los clientes que estos años intentaron adquirir una de las propiedades avalan el parecen, afirman que percibieron "desgana" y "nula flexibilidad". El Ayuntamiento, por su parte, reclama que se facilite la adquisición de los pisos, "con rebajas o alquiler con opción a compra". Y mientras tanto, El mantenimiento de los pisos vacíos ya le ha costado al erario público más de un millón de euros, sumando los recibos del IBI y de la comunidad abonados por las viviendas vacías.

El constatado fracaso comercial del proyecto de Sepes contraviene las previsiones iniciales sobre el atractivo de los inmuebles. En marzo de 2009 había grandes colas en las oficinas habilitadas en el entorno de la Mayacina para reservar pisos. El plan urbanístico recogía en su conjunto construir 711 viviendas, de las que están ejecutadas actualmente 542. Las promociones privadas se han vendido bien, en torno al 90 por ciento. El problema se circunscribe a la primera promoción, la de Sepes, la impulsada desde el ámbito público.

Las fuentes comerciales vinculadas a Sepes han venido reconociendo a lo largo de los años que, pese a que se percibe interés, "apenas se han cerrado ventas". Vinculan esta circunstancia con la dificultad para acceder a los créditos y al desplome general del sector inmobiliario. Otros profesionales asentados en Mieres achacan responsabilidad también a Sepes: "Al cliente hay que darle facilidades y, si es necesario, ir en su búsqueda. En este caso no se ha hecho ninguna de las dos cosas, aunque también es cierto que las dificultades crediticias influyen", explicaron a este periódico los responsables de dos inmobiliarias locales.

Este diario ha tenido la oportunidad de conocer la "decepcionante" experiencia de familias que a lo largo del último lustro se han interesado por instalarse en el singular edificio negro carbón premiado en 2011 por su arquitectura. "El primer problema es que cuando visitas el piso te das cuenta que no es nuevo. Hay humedades y mucho deterioro ligados al paso del tiempo. Sin embargo, mantienen los precios", explica Luis García: "Para enseñarte el interior tiene que venir un técnico desde Madrid y la sensación que tienes es que no hay un gran interés. Te exponen las condiciones y si te interesan bien y si no también. Juan García también se interesó por la edificación: "Nos pedían pagar lo que le fue financiado a Sepes y subrogarnos al resto de la hipoteca. Al final teníamos que pagar una entrada de 50.000 euros por un piso que por fuera se veía deteriorado y por dentro no se veía nuevo".

El gobierno de Mieres está lejos de mostrarse satisfecho con la gestión de este proyecto residencial, que en su momento fue la bandera del ensanche urbano de la ciudad: "Está claro que no se entiende que en pleno centro de Mieres permanezcan años tras años decenas de pisos nuevos sin ocupar. Sepes debe explorar nuevas fórmulas de comercialización, como los alquileres con opción a compra", señalan los responsables municipales.

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