La Guardia Civil investiga un robo en el que se utilizó una inusitada violencia en la zona rural de Langreo. Sobre las ocho de la tarde de ayer los agentes recibieron una llamada denunciando lo sucedido. Se había perpetrado un asalto a una casa del pueblo de La Granda (Langreo), con un hombre en su interior. El dueño del inmueble había sido agredido y maniatado para de esta forma poder continuar con el robo y tener tiempo suficiente para huir antes de que se avisase a las fuerzas de seguridad. El hombre sufrió fuertes contusiones, heridas que precisaron de atención médica.
Hasta el lugar de los hechos se desplazó la Policía Judicial y Científica. También una ambulancia con equipo médico para atender al herido. La Guardia Civil analiza si este robo puede estar relacionado con la aparición, en la zona centro de Asturias, de un grupo itinerante de cuatro chicas y entre dos y tres hombres, de nacionalidad extranjera (croatas, italianos), que estarían moviéndose con vehículos viejos con matrículas de otros países, la de Francia entre ellas. Además, se investiga si se trató de un robo premeditado, dado el difícil acceso que tiene el pueblo de La Granda, al que se llega desde una carretera estrecha y mal iluminada en las inmediaciones del circuito (antiguo Cisvial) ubicado en la subida de Santo Emiliano, en la vertiente langreana del puerto.
Son pocos más los datos que se conocen. El hombre sufrió fuertes golpes y fue atado para que los asaltantes tuvieran tiempo de sobra para perpetrar el robo.
Aunque con diferencias, el modus operandi utilizado en esta ocasión recuerda al que usaba la llamada “banda del lagar”, que en 2018, una forma de actuar que era totalmente insólita en Asturias. Normalmente, los robos en las zonas rurales se llevan a cabo cuando los propietarios de las casas no están en casa. En el caso de la “banda del lagar”, era todo lo contrario. Este grupo, formado por varias personas originarias de la Europa del Este, actuaba cuando la vivienda estaba ocupada. Su primera ataque fue en la casa familiar de Sidra Menéndez (Fano, Gijón), y provocó gran temor en la zona. Luego llegaron el resto de asaltos, cinco más, en chalés de Gijón y Villaviciosa. Dejaban incomunicadas a sus víctimas, quitándoles los móviles y cortando las líneas fijas, y un vez en la casa las obligaban a decir si tenían caja fuerte, usando si era necesario la violencia, pegando a las víctimas. Durante los robos, maniataban a sus víctimas, ganando así tiempo para la huida.
Dos de los integrantes de la banda pudieron ser detenidos. El arresto se produjo a raíz de un despiste de los ladrones: no destrozaron un móvil que estaba cargando en la cocina de una de las víctimas. De esta forma, pudieron avisar con mayor rapidez de lo habitual a la policía, que en una noche de locura empezó a estrechar el cerco sobre ellos. Finalmente, se pudo detener a dos personas, ambas de nacionalidad rumana. Eso sí, el resto de la banda pudo escapar. Presumiblemente, a su zona de origen, el Levante español, donde los arrestados tenían fijada la residencia.
