El alumnado del colegio Aniceto Sela de Mieres recibió ayer un sobresaliente colectivo. No fue una dádiva aleatoria, sino el fruto de un esfuerzo conjunto. La buena nota se concedió además por aclamación: “Desde hace un año, los maestros sois vosotros y queremos daros las gracias por enseñarnos a cumplir las normas de seguridad relacionadas con el control de la pandemia”. El director del centro, Xuan Fernández Castañón, trasladaba con estas cariñosas palabras la satisfacción de los docentes ante el comportamiento que han tenido los niños durante más de un año de crisis sanitaria.

La dirección del Aniceto Sela y la asociación de padres y madres (Ampa) del colegio quisieron ayer rendir un efusivo homenaje a los alumnos del centro. Durante el recreo se les reunió en el patio y se les agradeció el esfuerzo realizado durante muchos meses. Padres y profesores les dedicaron un caluroso aplauso, que se repetiría al final de la jornada. Los pequeños pudieron bailar y cantar todos juntos. Disfrutaron del reconocimiento bien ganado.

“Todos padecemos la crudeza de la pandemia. Todos somos conscientes de que resulta muy pesado. Pero si es así para los adultos, podemos imaginarlo de forma multiplicada para nuestros peques”, destacaron ayer desde el centro educativo mierense. “Sin embargo, la entereza y naturalidad con que están sobrellevando esta situación no deja de asombrarnos. Su autodisciplina les convierte a ellos en nuestros mejores maestros”.

Con la escenificación del aplauso a los niños, docentes y familias quisieron reconocer “la grandeza de su corazón y su infinito amor”. Al final, la iniciativa acabó convirtiéndose en una improvisada fiesta que se desarrolló, ase sí, cumplimiento estrictamente las normas sanitarias.

“Es increíble lo bien que se han adaptado los niños a esta difícil situación. Estos largos meses han sido en todo momento un ejemplo a la hora de cumplir las normas, cuidando unos de otros e incluso corrigiendo a los adultos cuando era necesario”, apuntan desde el colegio mierense. “Son un ejemplo para los adultos”, añadieron orgullosas las familias.