La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Usuarios y empresarios demandan baños en Fuentes de Invierno que solo tiene uno

La afluencia de público obliga a instalar un contenedor con aseos en la estación | También reclaman más pistas, instalaciones y aparcamientos

Aseos en un contenedor en la parte baja de Fuentes de Invierno. | LNE

Fuentes de Invierno requiere servicios, literalmente, necesita baños donde los usuarios puedan hacer sus necesidades. Es perentorio. Con una afluencia que el pasado sábado superó los 2.400 esquiadores, la estación solo dispone de un aseo público en la cafetería de la zona baja de la estación. En realidad, desde el año pasado, con la pandemia, hay otros dos baños, uno de hombres y otro de mujeres, en un contenedor instalado en la base del complejo. Ese contenedor se ha mantenido este año, el segundo de pandemia y en el que el número de usuarios de Fuentes de Invierno se ha incrementado sensiblemente.

El responsable de “Aller Experiencias”, Armando Valdés, ya ha dado la voz de alarma al asegurar que ha llegado el momento de redimensionar la estación para adecuarla al creciente número de usuarios.

Valdés y los usuarios reclaman una zona de servicios en la zona media de la estación que ya estaba contemplada en el proyecto original del complejo en el año 2007. Nunca se hizo y cada vez es más necesaria. Todas las estaciones de esquí tienen cafeterías y servicios a distintas altitudes.

“Es una necesidad primaria”, insisten los usuarios. En esa zona sin servicios hay todos los fines de semana cientos de niños que acuden a los cursillos que ofrece la escuela de esquí de Fuentes de Invierno. Para hacer pis, tienen que bajar, como cualquier deportista. Eso supone también que los baños y la cafetería se quedan pequeños para tantos esquiadores, a los que también hay que sumar los turistas.

Lo mismo ocurre con el aparcamiento. Estas navidades se ha comprobado como la explanada de estacionamiento ha estado prácticamente llena de vehículos todos los días.

Otro de los proyectos que ha quedado en el tintero es la ampliación del número de pistas. En Fuentes de Invierno hay un proyecto para la instalación de dos nuevos remontes que incrementarían el área esquiable con la apertura de nuevas pistas.

También en lo deportivo se han quedado pequeñas las instalaciones de la Escuela de Esquí y de las dependencias de alquiler de material. Tan solo es necesario darse una vuelta por la zona baja de Fuentes de Invierno cualquier fin de semana para apreciar las colas que se forman tanto en la Escuela como en el mostrador de alquiler. Son instalaciones anexas que muchos usuarios utilizan conjuntamente. Muchos de los que alquilan contratan un monitor y viceversa. Las cosas salen de las instalaciones, sigue por las escaleras y continúa por la nieve.

En lo técnico, algo de lo que también advierte Armando Valdés, son necesarias nuevas instalaciones. Se hace imprescindible un hangar para la maquinaria y un taller para reparaciones.

Cuando los esquiadores han pasado el día descendiendo por La Llomba o Entresierras, es cuando llega el momento de los trabajadores. Los usuarios elogian la dedicación de los profesionales pero lo que no ven es las condiciones en las que trabajan. Si una máquina se estropea la tienen que reparar a la intemperie ya que no disponen de instalaciones para hacerlo.

Y ahí está la ansiada unión con San Isidro. La lógica se impone. Al bajarse del telesilla de La Llomba tan solo hace falta recorrer unos metros para ver el valle de Riopinos, una de las zonas más apreciadas por los esquiadores de la estación leonesa de San Isidro. De hecho, en la pala que baja de Fuentes a Riopinos estuvo en funcionamiento un remonte hasta hace algunos años.

El primer paso para la fusión de las dos estaciones, que las convertiría en el dominio esquiable más extenso de la cornisa cantábrica, ya se ha dado con la adjudicación el pasado mes de noviembre de las obras para llevar la conexión eléctrica a Fuentes de Invierno que ejecutará la firma Elecnor. Ese enganche es la obra física para unir la estación allerana con la subestación eléctrica de San Isidro a través de una línea soterrada. Unos trabajos que se alargarán durante tres meses y tendrán un coste de 102.190 euros. La conexión eléctrica puede ser la antesala de la conexión física.

Compartir el artículo

stats