La CAMA (Comisión de Asuntos Medioambientales de Asturias) ha informado favorablemente la declaración de impacto ambiental del proyecto de transformación de la central térmica de La Pereda, en Mieres. Con esta iniciativa Hunosa pretende transformar la actual instalación, en la que se consume carbón y material procedente de escombreras, para la valorización de biomasa y combustible sólido recuperado (CSR). Se prevé que el combustible, que procederá prioritariamente de Cogersa, suponga como máximo un 25% en energía total de mezcla. Esta aceptación de la viabilidad ambiental es clave para el proyecto de transformación de la térmica mierense.

El Consejo de Administración de Hunosa aprobó ya en diciembre de 2020 el plan de transformación de la central térmica de La Pereda, que abandonará el carbón como principal combustible y lo sustituirá por la biomasa forestal. Una conversión que supondrá la creación de casi 200 nuevos puestos de trabajo relacionados con la gestión de la biomasa forestal, según la compañía, además de mantener los actuales 73 empleos que tiene la planta. Este proyecto tiene un coste de 41 millones y “garantiza la supervivencia de la principal fuente de ingresos de la compañía”, explicaron en su día desde Hunosa. Supone “un gran paso en el papel que la firma pretende asumir en la transición justa a una economía descarbonizada”. Tras el trámite de ayer, el proyecto deberá recibir la autorización del Consejo de Administración de la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI), accionista universal de Hunosa, y pasar por el correspondiente proceso de subastas de energías renovables.