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Las primeras pistas de tierra batida de las Cuencas estarán listas a finales de este año

El Ayuntamiento de Mieres acaba de licitar los trabajos, que se desarrollarán en La Riquela, con un presupuesto de más de 450.000 euros

Las instalaciones de la Ciudad del Tenis de La Riquela, en Turón.

Los vecinos de Mieres disfrutarán a finales de este año de las que serán las primeras pistas de tenis de tierra batida de las Cuencas. El Ayuntamiento acaba de licitar los trabajos, que están sufragados con cargo a los fondos mineros, por un presupuesto de licitación de 454.473 euros y un plazo de ejecución de cuatro meses.

De este modo, la Ciudad del Tenis de La Riquela será el segundo equipamiento público de la región, tras el parque del Oeste de Oviedo, en contar con este tipo de demandada superficie. El equipamiento turonés dará de esta forma un importante salto en la calidad de sus instalaciones, que actualmente albergan un pabellón cubierto con dos pistas duras, una pista exterior también de “greenset” y un gimnasio. En esta ocasión se abordará una tercera fase de las obras. Tal y como muestra el pliego de prescripciones técnicas, se contempla la construcción de dos pistas de tenis de tierra batida y el desarrollo de dos losas de hormigón para facilitar la instalación sobre ellas de sendas pistas de pádel en un futuro. También se prevé la construcción de una caseta para almacenaje de alrededor de veinte metros cuadrados, así como las instalaciones de abastecimiento de agua, saneamiento e iluminación correspondientes. El gestor de las instalaciones, el Club Tenis Mieres, había destacado meses atrás que estas nuevas pistas “permitirán seguir potenciando el trabajo de formación que se viene realizando con jóvenes jugadores y atraer más usuarios en general”.

Desarrollo

El desarrollo de la Ciudad del Tenis de La Riquela comenzó en el año 2008 cuando se licitó su primera fase, que constó en el desarrollo de una cancha con gradas que contó con un presupuesto de 108.000 euros. Este proyecto tenía como objetivo principal acondicionar el entorno del parque de La Riquela, una zona que por aquel entonces se encontraba muy deteriorada. Asimismo, se trataba de dar respuesta a la demanda de los aficionados de los deportes de raqueta, una actividad que estaba en pleno auge.

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