Los alcaldes de Caso y Sobrescobio –los dos municipios que integran el parque natural de Redes– reclamaron ayer que el desmantelamiento de la línea eléctrica Lada-Velilla, cuya construcción se inició hace 38 años y que nunca entró en servicio– se inicie "cuanto antes". La reacción de los regidores llega después de que Red Eléctrica de España presentara en la Dirección General de Política Energética y Minas del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico el estudio de impacto ambiental para activar la retirada de las 98 torres y del cableado, que atraviesan el valle del Nalón. En la parte leonesa nunca llegó a ejecutarse, ya que el proyecto se paralizó por decisión judicial.
El último plazo dado por el Principado es que el desmantelamiento de las torres de alta tensión de la línea –que comenzó a desarrollarse en 1984 con el objetivo de mejorar y garantizar la calidad y seguridad del suministro eléctrico en la zona norte de la península– comenzará en primavera, o verano a mucho tardar, de 2023. Esa fue la fecha trasladada por el vicepresidente del Principado y consejero de Administración Pública, Juan Cofiño, en la Junta a finales del pasado año, en respuesta a una pregunta del diputado y coordinador general de IU Asturias, Ovidio Zapico.
"Es una muy buena noticia", argumentó ayer el alcalde de Sobrescobio, Marcelino Martínez, sobre los trámites para desmantelar la línea. "Ya iba siendo hora que el proyecto se pusiera en marcha. Lo que ahora esperamos es que la obra se ejecute lo antes posible. El impacto visual es grande y más en un espacio protegido como es el parque de Redes".
El regidor de Caso, Miguel Fernández, apuntó, por su parte, que es "algo positivo porque llevamos mucho tiempo esperando. Es un paso importante y confiamos en que la obra se haga cuanto antes". "Y que se haga" –resaltó Fernández– "de forma cuidadosa con el medio ambiente. La ley debe ser igual para todos y si a nosotros nos tumban una carrera de montaña porque estamos en un parque natural espero que se vigile una obra como esta y que se haga bien". También señaló que la retirada de la línea pondrá fin "a una ocurrencia que tuvo un día alguien que seguramente estaba muy bien pagado. Si se le llega a ocurrir al alcalde de Caso le habrían llamado loco",
Las torres fueron instaladas entre 1984 y 1986, con un coste de 2.000 millones de pesetas. Aplicando los incrementos del IPC de estos 35 años, aquellas pesetas serían en la actualidad casi 40 millones de euros. La línea –que debía conectar la central langreana de Lada con la de la localidad palentina de Velilla, hoy ambas instalaciones en proceso de ser desmontadas– se construyó en la parte asturiana, pero se frenó en la comunidad autónoma vecina. Los tribunales, a finales de los ochenta, prohibieron el paso de la línea por los espacios protegidos de León.
La Junta General exigió en varias ocasiones al Gobierno central, con el apoyo de todos los grupos, el desmantelamiento de la línea. También se impulsaron iniciativas similares ante otras instituciones, que no tuvieron éxito. Una vez descartado el trazado original, la línea Lada-Velilla pasó a llamarse Sama-Velilla (porque la subestación eléctrica de la que parte se iba a trasladar a este distrito langreano, a la subida de Santo Emiliano), y la lucha vecinal comenzó de nuevo, con protestas y movilizaciones multitudinarias. El malestar se concentró en concejos como Aller y Lena, y en las poblaciones leonesas limítrofes con esta parte de Asturias. Finalmente este trazado alternativo quedó fuera de la planificación a medio plazo de Red Eléctrica.
