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Langreo, epicentro de la Revolución del 34, recorre los escenarios de la insurrección

Amaya Caunedo, en el centro, en el parque Dolores Duro de La Felguera al inicio de la visita. | D.O.

En octubre de 1934 los revolucionarios asturianos asaltaron las fábricas de armas de La Vega y Trubia, en Oviedo. El preciado botín se escondió el sótano del kiosco de la música del parque viejo de La Felguera. Por eso, junto al kiosco arrancó ayer una visita guiada a los escenarios de la Revolución de Octubre del 34 en Langreo.

La historiadora Amaya Caunedo trazó el camino pero antes dibujó el contexto. Recordó que la cercana iglesia tenía la advocación de Santa Eulalia y que las fiestas de la Felguera eran en su honor. Llegó el industrial Pedro Duro y "cambió hasta el patrón del pueblo y sus fiestas milenarias". El parque se creó precisamente para unir la iglesia, quemada en el 34, con la Escuela de Aprendices, "que tras la revolución fue prisión y centro de tortura".

La ruta, organizada por la secretaría de Memoria Democrática del PCE en Asturias, siguió por el cuartel de la Guardia Civil del barrio Urquijo, también en La Felguera. Recordó los sucesos de la casa de Miramar y se trasladó a Sama, donde los revolucionarios tomaron el cuartel de la Guardia de Asalto y el juzgado. En Sama, en el Ayuntamiento de Langreo concluyó el recorrido, "aquí fue donde Belarmino Tomás anunció la rendición global", afirmó Amaya Caunedo.

La ruta de ayer se encuentra dentro de los actos organizados por Memoria Democrática. Mañana martes, en el CIFP de Imagen y Sonido de La Felguera se proyectará la película "Labios apretados", del director Sergio Montero.

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