Los puentes de Mieres, un constante quebradero de cabeza

Mieres ha mantenido históricamente una compleja relación con el río Caudal y, por ende, con los puentes que lo sobrevuelan uniendo las dos vertientes del ancho valle. Julio León Costales recoge en su libro «Noticias históricas sobre Mieres y su concejo” que una gran riada se llevó por delante en 1586 los arcos del puente de Ujo. Al de Santullano le sucedió lo mismo en 1676. Incluso el primer puente construido con hormigón armado cedió en 1926 ante la impetuosa corriente. Los actuales herederos de aquellas primitivas plataformas, si bien mucho más estables, también están expuestos a problemas y adversidades. 

El puente de Seana tuvo que se arreglado el pasado verano, con un gasto de 184.000 euros, para solucionar los daños que causó no el río, sino un camión que se empotró contra la estructura en octubre de 2018. Y es que la autovía, junto al cauce fluvial y el ferroviario, enmarcan un espacio insalvable sin viaductos. 

La autovía entre Mieres y Oviedo recupera la normalidad tras seis meses de cortes por obras

Mucho más costoso ha resultado el acondicionamiento de la pasarela peatonal de Vega de Arriba, que conecta el casco urbano con el paseo fluvial y el polígono de Gonzalín. La actuación para solventar la falta de estabilidad de la infraestructura ha requerido de una inversión de 1,2 millones y diez meses de obras. El deterioro de esta estructura había llegado a un punto en que toda ella cimbreaba al paso de los peatones. 

También el puente del ferrocarril ha necesitado de recientes actuaciones. El Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (Adif) acometió hace ya un lustro una profunda remodelación del puente metálico de Feve que se encuentra en las proximidades de la estación de Mieres. Los trabajos se ejecutaron en horario nocturno para no interferir en los servicios ferroviarios. La actuación fue necesaria para reforzar la seguridad en una estructura que se encontraba bastante deteriorada debido a su antigüedad. De hecho, se sustituyeron muchas de las piezas integradas en la infraestructura.

Si bien la actuación más costosa que se ha realizado últimamente en los puentes de Mieres ha sido la de la pasarela de Vega de Arriba, la más problemática ha sido la citada reparación del puente Seana. Para empezar, se hizo esperar cuatro años, con una acera cortada para uso peatonal y la barandilla sin reparar. El viaducto se apoya sobre su nuevo pilar desde mediados de julio. La reconstrucción del tablero y la imposta afectada en toda la longitud de la citada viga ha obligado a sustituir un tramo de puente de 15,8 metros. Durante varias semanas la obra tuvo una incidencia directa en la autovía (A-66), con cortes de la calzada en dirección a León. Aunque en menor medida, estas restricciones también fueron necesaria en la fase de final de reparación de la pasarela del Vega de Arriba. 

Concurso de ideas

De cara a los próximos años Mieres enfrentará una decisión compleja. Deberá decidir qué hacer con la icónica cinta transportadora del lavadero del Batán. De hecho, la Universidad de Oviedo ya ha planteado ese reto en el marco de la quinta edición del "concurso de ideas" organizado por la Escuela Politécnica de Mieres, iniciativa que cuenta con la colaboración del Ayuntamiento y de las empresas Vectio y Boprisa. También participa el Colegio de Ingenieros de Caminos. El campus local apela al ingenio de los estudiantes para planificar un nuevo uso peatonal para la pasarela del Batán que, desde el pozo Nicolasa, atraviesa todo el ancho del valle dando forma a uno de los encuadres visuales más representativos de Mieres. Y es que los puentes de Mieres no dejan de dar quebraderos de cabeza. 

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