Más pisos que la media asturiana, pero en peor estado: la radiografía de la vivienda pública en las Cuencas

El parque se mantiene por debajo de los 3.000 inmuebles desde hace más de un lustro

La última promoción de vivienda pública en Mieres, en La Mayacina. | C. M. B.

La última promoción de vivienda pública en Mieres, en La Mayacina. | C. M. B.

El debate está en la calle. El Ayuntamiento y los vecinos de Mieres han denunciado "la falta" de viviendas públicas en el concejo. ¿Están en lo cierto? En las Cuencas, hay menos de dos pisos sociales por cada cien habitantes (1,6 en el Caudal y 1,9 en el Nalón). En Asturias no se llega a 1 (0,9). Eso sí, los datos hablan de un parque de pisos muy envejecido, en general, con numerosas necesidades de reforma. Además, el inventario total lleva más de seis años sin aumentar, desde que se entregaron viviendas junto al estadio de Ganzábal (Langreo). En total, en las Cuencas hay 2.377 viviendas públicas, según el último balance público del Principado de Asturias.

Las peores cifras son para el Caudal. "El Principado lleva once años sin construir ni un solo piso en Mieres", afirmó el alcalde, Aníbal Vázquez (IU), en la intervención para anunciar su candidatura a las próximas elecciones. Así es; los últimos pisos de protección oficial se construyeron en La Mayacina y fueron sorteados en régimen de alquiler. Poco antes, en 2011, se habían sorteado los pisos del barrio de Sotiello (Moreda, Aller). El inventario de vivienda pública en la comarca se queda, actualmente, en 987.

No todos los pisos están disponibles. Según los últimos datos ofrecidos oficialmente, en el año 2021, había 88 viviendas públicas esperando por una reforma. Más en la comarca del Nalón (59 viviendas) que en la del Caudal (29). Aquí una comparativa: dos de las grandes ciudades de Asturias, Oviedo y Gijón, no alcanzan a las Cuencas en número de pisos esperando por una reforma. En la misma fecha, Oviedo tenía la menos de la mitad de pisos para reformar (43); en Gijón, solo trece. El envejecimiento del parque público de los valles mineros es evidente.

No todo son malas noticias en esta radiografía de la vivienda pública en las Cuencas. Si bien la comarca del Nalón está a la cabeza en pisos de protección oficial que necesitan obras, también es el área de Asturias con un porcentaje más alto de inmuebles por habitantes. Hay casi dos por cada cien vecinos (1,9 por cada mil en el balance oficial). En la media regional, este porcentaje se queda en 0,9 por cada cien asturianos.

Proyectos

En la comarca del Nalón sí hay planes para nuevas promociones. En Pola de Laviana está prevista la construcción de un edificio en una parcela anexo que limita con la calle Alfonso Camín y el río Nalón. En Sobrescobio, está en marcha una iniciativa pionera: la edificación de adosados con eficiencia energética para asentar población en la zona rural. Serán cinco casas en alquiler en Soto de Agues y la obra está ya muy avanzada.

Hace falta más vivienda pública para favorecer la emancipación de los jóvenes, en eso coinciden las administraciones locales y los vecinos. ¿Pero de obra nueva? La Agrupación Vecinal de Mieres considera que no necesariamente. De hecho, una de las propuestas que ponen sobre la mesa es la adquisición de viviendas en antiguos barrios mineros -como Santa Marina, en Mieres- para su reforma y posterior oferta a jóvenes.

Con condiciones. Apunta el presidente de la entidad vecinal, Arsenio Díaz Marentes, que los pliegos para su adjudicación deben "ajustarse" al perfil de jóvenes trabajadores del concejo. "Las últimas promociones de vivienda pública tenían unos requisitos tan excluyentes que dejaron fuera a la inmensa mayoría de los vecinos de Mieres que esperaban por un piso", apuntó Díaz Marentes.

La adquisición de viviendas en antiguos barrios mineros para ofertarlos a jóvenes del concejo no solo solventaría la problemática de falta de inmuebles. Según la entidad vecinal, también frenaría un "cambio en el perfil de los vecindarios" que empieza a "preocupar" a las asociaciones del concejo. Llaman la atención sobre la "proliferación" de "narcopisos" -pisos en los que se "trapichea"-. Y otras prácticas irregulares, como los realquileres. La vivienda en estas barriadas se ha desvalorizado en los últimos años: es posible adquirir un piso de dos habitaciones por menos de 10.000 euros.

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