Fin a 30 años de espera en Mieres: adjudicada la obra para insonorizar la autovía a su paso por el casco urbano

El Ministerio de Transportes invertirá 10,86 millones de fondos de la UE en pantallas antirruido y asfalto "silencioso" en el tramo de Ablaña a Ujo

La autovía, a su paso por el casco urbano de Mieres. | D. M.

La autovía, a su paso por el casco urbano de Mieres. | D. M. / Luisma Díaz

Luisma Díaz

El Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana (Mitma) ha adjudicado por 10,86 millones de euros (IVA incluido) las obras para "implantar medidas de protección acústica en la autovía A-66" a su paso por el casco urbano de Mieres. La actuación se llevará a cabo en el tramo comprendido entre los kilómetros 46,1 y 53,8 (entre Ablaña y Ujo) y contempla la instalación de "pantallas antirruido, la ejecución de pavimento fonoabsorbente ("silencioso"), la instalación de barreras de seguridad y la integración de todo el conjunto en el entorno paisajístico" de la ciudad. La obra se pagará con fondos "Next Generation" de la UE.

Más de treinta años han tenido que esperar los vecinos de las zonas urbanas anexas a la autovía para ver confirmado este proyecto. El recorrido de la autovía A-66 por la comarca del Caudal entró en servicio en 1993, con la inauguración de los túneles del Padrún, la obra de mayor magnitud. Muchas de las viviendas que se encuentran junto la calzada –en medio se encuentra, además, el trazado de Feve hasta Collanzo, en Aller– son mucho más antiguas. "Los barrios estaban ahí mucho antes de que se construyera la autovía y que no se contemplase la insonorización desde un primer momento es algo inaceptable", explicaron las asociaciones vecinales cuando se conoció la intención del Gobierno central de sacar a concurso la obra que ahora se ha adjudicado.

La presión del Ayuntamiento de Mieres para lograr la insonorización de la autovía se intensificó en 2005, cuando comenzaron a mandarse escritos al Ministerio. Desde entonces las reclamaciones no han parado de sucederse. A lo largo de los últimos veinte años el movimiento vecinal ha convocado movilizaciones y protestas de manera recurrente. Y es que la travesía urbana de la autovía A-66 a su paso por Mieres es –junto a la SE-30 en Sevilla, la M-40 en Madrid y la autopista Costa del Sol– uno de los cuatro punto de la red de carreteras más afectados por la contaminación acústica, según estableció el Defensor del Pueblo en 2016.

Suscríbete para seguir leyendo