MIeres se aferra a Pinos «con uñas y dientes» tras un siglo de guerra de pastos

PP y PSOE trasladan su apoyo al gobierno municipal de IU, que ultima un recurso contra la sentencia que impide trasladar reses a Babia

Reses en el Puerto Pinos.

Reses en el Puerto Pinos. / David Montañés

Los grupos municipales del PP y del PSOE trasladaron ayer al gobierno de Mieres (IU) su «total respaldo» en la gestión de la crisis abierta a raíz de la reciente sentencia de la sentencia del Juzgado número 1 de lo contencioso-administrativo de Oviedo a favor de la Federación Leonesa de Entidades Locales Menores. Esta organización decidió en su momento pleitear al considerar que una administración local, como el Consistorio mierense, no puede gestionar terrenos en otra comunidad «por mucho que sea propietario de los mismos», como sucede en el caso de Pinos, puerto adquirido en subasta pública hace casi un siglo (1926).

El alcalde, Manuel Ángel Álvarez, subrayó en sesión plenaria que el Ayuntamiento ultima el recurso que presentará para intentar anular el fallo. «Lucharemos con uñas y dientes para defender los intereses de nuestros ganaderos y exploraremos todo tipo de soluciones», remarcó el regidor.

La sentencia considera «ilegal» que el Ayuntamiento de Mieres realice actividades ganaderas en Babia, es decir, en otra comunidad autónoma. Los alcaldes pedáneos de las parroquias leonesas de Pinos, Villargusán, Candemuela y San Emiliano parecen más decididos que nunca a asumir la gestión del puerto ganadero y ya han anunciado que pedirán la ejecución de la sentencia , reclamando al tiempo a la Junta de Castilla y León un proyecto regional para Babia.

La llamada «guerra de pastos» de Pinos entre el Ayuntamiento de Mieres y las juntas vecinales de Babia (León) tiene como campo de batalla la regulación del uso ganadero del puerto Pinos. El conflicto se alarga en el tiempo, aunque 2012 fue un año clave, cuando ambas partes radicalizaron sus posturas. En Babia se pidió la expropiación de los terrenos y Mieres respondió planteado una anexión Los gobiernos regionales de ambas comunidades rechazaron entonces asumir los planteamientos más radicales de las partes en conflicto. Desde entonces, los intentos del Ayuntamiento de Mieres por conciliar posturas y plantear soluciones de acotamiento para unos y otros que evitasen la sobre explotación del pasto no han encontrado respaldo en León.

El conflicto se centra en un terreno de 900 hectáreas que, en primer lugar, fue propiedad del Cabildo de San Isidoro, para posteriormente pasar a manos de la familia Sierra Pambley y a su fundación. En 1926, los terrenos fueron adquiridos por Mieres en una subasta, convirtiéndose en su principal pastizal. La presencia de los ganaderos mierenses en León ha ido generando paulatinamente críticas y recelos en los pueblos de la zona.

Mieres compró hace casi un siglo el puerto Pinos casi como una salida de emergencia. Como recuerda el historiador Ernesto Burgos, el Ayuntamiento se encontraba a mediados de las décadas de los años veinte del pasado siglo con un grave problema después de que los tribunales de justicia hubiesen cerrado la posibilidad de que se llevasen los ganados del concejo a los pastos de Lena. En la comarca del Caudal no existía ninguna posibilidad alternativa, ya que se carecía de otros pastos estivales, tanto en terrenos comunes como particulares. Cuando la situación ya era insostenible, la Fundación Sierra Pambley decidió vender sus pastos en subasta pública y el entonces alcalde de Mieres José Sela decidió sacrificar el presupuesto municipal para obtenerlos a cualquier precio. Así fue, y el día 20 de agosto de 1926 el Puerto de Pinos pasó a ser mierense por la cifra de 415.600 pesetas de aquella época, «una cantidad más que respetable que actualizada a día de hoy sería imposible de asumir por la mayor parte de los Ayuntamientos españoles», subraya Burgos.

Suscríbete para seguir leyendo