La advertencia de los expertos tras el ataque de un rottweiler a una niña de dos años en Blimea: «Tenerlo siempre encerrado da problemas»

Veterinarios y adiestradores aconsejan que los perros de presa sean educados en la «socialización» | La niña herida evoluciona bien

La zona donde se produjo el ataque, con una patrulla de la Guardia Civil. | D. M.

La zona donde se produjo el ataque, con una patrulla de la Guardia Civil. | D. M. / David Montañés,

La niña de dos años que el pasado sábado fue atacada brutalmente en Villalad (San Martín del Rey Aurelio) por el perro de un vecino, se encuentra hospitalizada en planta. La pequeña se recupera de las profundas heridas que sufrió en su pierna derecha, por lo que tuvo que ser ingresada en el Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA) de Oviedo. Se confía en que muy pronto pueda regresar a casa y que, a la larga, no le queden secuelas.

Quien todo indica que ya no regresará al pueblo es el rottweiler que atacó a la niña. El animal, que tiene toda su documentación y registros veterinarios en regla, se encuentra en cuarentena, cumpliendo el protocolo establecido en estos casos. Permanecerá aislado durante dos semanas para hacer un seguimiento de enfermedades como la rabia. Un simple procedimiento burocrático, ya que cuenta con todas las garantías sanitarias. A partir de ahí, su futuro es muy incierto. El enorme disgusto ha dejado en shock a sus dueños que, de momento, únicamente han trasladado a este diario, que pretenden deshacerse del can. Sienten que tras lo sucedido no puede regresar al pueblo, donde todos los vecinos tardarán mucho en olvidar lo sucedido.

Nadie en Villalad, una pequeña aldea próxima a Blimea, se muestra indiferente. «Si no estamos nosotros justo al lado, la mata. Se tiró a ella de frente y la arrancó de los brazos de su abuela», dice uno de los dos vecinos que evitaron que el ataque tuviera peores consecuencias. La familia propietaria del perro vive en una casa con altos cierres metálicos, situada junto a la carretera. La familia de la niña herida tiene su hogar muy cerca. Abuela y nieta estaban dando un tranquilo paseo por la calzada cuando el perro se las abalanzó. Todo indica que se había escapado, al abrir la puerta de la finca, una ráfaga de viento. Los testigos apuntan que el rottweiler atacó con enorme fiereza y se lanzó directamente a por la niña mientras su abuela intentaba protegerla elevándola en brazos.

La feroz e indescifrable reacción del perro ha dejado sobrecogidos a los vecinos de Villalad. Los expertos subrayan que resulta imposible establecer un diagnóstico sobre la conducta violenta de un animal sin haber realizado previamente un estudio muy detallado del caso en concreto que se analiza. Ahora bien, los profesionales dan pistas para ayudar a entender lo sucedido, sin entrar de lleno en este incidente en particular. Silvia de la Vega es licenciada en Veterinaria por la Universidad Complutense de Madrid y lleva dos décadas ejerciendo la especialidad. «Explicar el comportamiento de los perros se escapa de las respuestas sencillas», subraya para empezar. En general, percibe dos problemas a la hora de gestionar los instintos, en particular, de los perros considerados potencialmente peligrosos, como es el rottweiler. «Hay que tener en cuenta que mantener a estos animales, de guardia y defensa, encerrados en una finca potencia su conducta de protección territorial». Señala que el perro se ve empujado a «vigilar permanente la valla y a expulsar, por así decirlo, a quienes pasan cerca, reforzando su conducta territorial que, según la raza, ya puede tener remarcada». Esta reconocida profesional, que desde 2010 gestiona el servicio de Etología Veterinaria en el Principado de Asturias, hace hincapié en que los perros deben «socializar» con otros ejemplares de su especie y también con los humanos.

El análisis de Silvia de la Vega entronca con el de otros especialistas. Ramón Fernández es adiestrador de perros, con un centro especializado en este servicio, en San Claudio (Oviedo): «Hay dueños, y no digo que este sea el caso, que piensan que por tener a un perro suelto en una finca es suficiente y no se dan cuenta de que lo que hacen es tenerlo trabajando las 24 horas en labores de guarda, lo que le puede generar problemas». Este profesional destaca también, la importancia de que los perros de presa socialicen: «Tendemos a aislar a estos animales, a llevarlos con bozal y correa corta, cuando lo que precisan en convivir con otros perros y con las personas». También aporta claves para entender la posible reacción del rottweiler de Villalad, aunque hablando siempre en teoría, ya que no conoce los detalles del caso. «Nunca sabemos cuándo un perro puede estar atravesando una situación de estrés. La mayoría de las veces los tenemos encerrados, sin permitirles hacer nada», apunta.

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