Opinión

Blancos y negros

El uso lúdico de Tanes y la merma sanitaria en la comarca del Nalón

Cuando nos referimos a las dos caras de una misma moneda, podemos apuntar en una doble dirección. La que hurga en su sentido literal: una cara con una imagen o diseño y la otra con su valor numérico; o más bien abarcar una dimensión que describa cualquier ámbito en el que dos cosas aparentemente distintas están conectadas entre sí.

Si nos fijamos en las noticias que provienen de los distintos medios de comunicación, vemos que hay momentos, y son abundantes, en los que parece muy difícil tender un puente entre dos sucesos que asemejan estar distanciados en todo. Y, sin embargo, en bastantes ocasiones, el blanco y el negro, el yin y el yang pueden viajar juntos si, sobremanera, están guiados por el hilo de la esperanza, esa fibra calurosa que nunca deja de enviarnos su aliento.

A modo de uno de tantos ejemplos, podemos fijarnos en dos noticias aparecidas estos días en el diario LA NUEVA ESPAÑA. A simple vista, la luz al final del túnel en el pantano de Tanes tendrá como consecuencia que este verano habrá por fin una gestión recreativa: embarcaciones para uso de turistas, lo que a vuelo de pájaro no inclina a pensar que haya alguna relación con el temor expresado por el alcalde de Langreo, sindicatos y otras asociaciones ante una nueva merma en la prestación asistencial en la comarca del Nalón, más en concreto, en el Hospital Valle del Nalón.

Mas esa correspondencia existe. Los habitantes de Caso, ese maravilloso municipio donde discurrieron muchos años de mi vida (trabajo y amistades se dieron siempre la mano), han visto recompensados sus esfuerzos. No se puede decir que la empresa haya sido fácil, ni mucho menos que se haya resuelto con prontitud (fue necesario que el tesón de los casinos no desfalleciera durante más de dos décadas); pero, por fin, todo indica (resulta aconsejable usar el tópico de turno) que las aguas volverán a su cauce.

Utilizando una curva poética, diría que "Los caminos difíciles siempre llevan a destinos hermosos", y rebajando el nivel a un libreto más prosaico, apuntaría a que "La lucha siempre paga". Lo que en adelante servirá de emblema, y también de orgullo a todas las fuerzas de Caso (tanto a las (corporaciones de distintos signos políticos como a todos los que no cejaron en sus esfuerzos durante este largo tiempo). De nuevo el David ciudadano ha conseguido vencer al Goliath burocrático, una prueba de que juntos se pueden vencer muchas montañas.

Por ello, aguardo también con confianza a que la unión que concita el peligro de nuestra sanidad consiga felices resultados. La voz de alarma está dada, y no es precisamente la primera vez que se oye: bastaría con referirse a las concentraciones de vecinos ante el Hospital Valle del Nalón y otros organismos reclamando una sanidad pública y de calidad, así como más inversiones.

Cierto es que cualquier problema es importante, pero no es menos verdad que hay algunos que sobresalen por encima de otros. Referirse a la enseñanza o a la sanidad es tanto como meter el bisturí en el nervio central de nuestra sociedad, y de ahí que no cesen en sus esfuerzos quienes intentan a toda costa privatizar estos dos pulmones sustanciales. Saben bien que quitar el oxígeno público significa para ellos aumentar su estructura anatómica, basada, sobre todo, en la acumulación de capital, sin importar de dónde provenga el aire.

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