Opinión | A mi aire

Atropello

Es el que se quiere perpetrar tras el amagüestu entre Iberdrola y Hunosa, con la complicidad del Principado, para que la térmica de Mieres utilice la escombrera de cenizas y desechos que Iberdrola utilizó durante décadas entre los pueblos langreanos de Cuturrasu y Les Bories con las molestias que conllevó para todos los habitantes de la zona.

Iberdrola quiere cerrar así su círculo de tocata y fuga, sin ofrecer contraprestación alguna según nos habían vendido los responsables políticos, que además vuelven a dar de paso algo que va a seguir perjudicando a los habitantes del valle con este vertedero.

Con buen criterio el Ayuntamiento de Langreo se ha opuesto con rotundidad, con el añadido de que en sus archivos no constan licencias ni tramitación que justifique esta instalación a la que el Principado pretende unilateralmente dar de paso. Además indican que el artículo 19 del Plan General de Ordenación del año 2011 califica la zona como "suelo de especial protección" y consecuentemente de "uso prohibido" aunque por extraños intereses políticos, lo traten de retorcer para beneficio de unos y problemas para otros, que, obviamente somos nosotros.

Los vecinos de Cuturrasu y pueblos de alrededor saben muy bien los problemas y perjuicios de todo tipo que el depósito de estériles les causó durante muchos años, y en la actualidad estaban tratando de olvidar esta pesadilla, e incluso con una revitalización en todos los aspectos, con nuevas construcciones unifamiliares, otras en proyecto, y constantes peticiones de información sobre ello, o el regreso de antiguos habitantes, lo que hace que cada vez todo vaya mejorando en su censo, incluidos niños en edad escolar.

El Ayuntamiento ya lo ha recurrido ante el Principado, y se espera que la cacicada no se consume y se vuelvan a destrozar pueblos en el más amplio sentido del término, y que ahora resultan poco menos que idílicos en todos los conceptos. Uno mismo visitante asiduo del lugar y buen conocedor del paisaje y paisanaje hace votos para que todo este despropósito se quede en nube de verano. La paciencia de sus habitantes ya rebasó todos los límites.

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