Primer partido ante un compañero de categoría, el Racing de Ferrol, y victoria en el «Emma Cuervo», segundo torneo veraniego más antiguo de España. Un gol del canterano Luis Morán y otro de David Barral, tras jugada con Míchel y Diego Castro. El fútbol es así de sencillo: cuando intervienen los que saben, suelen salir bien las cosas. Poco después, tras aguantar las acometidas del goloso Pereira, Omar falló el gol del verano, sólo a dos metros de la portería y con el portero fuera de sitio. El fútbol es también así de cruel: el autor del gol del año, aquella chilena antológica ante el Castellón, ha fallado el gol del verano. No hay que darle mayor importancia, porque fallos como ése se han visto a los mejores del mundo. Y si no, revisen los vídeos que ofrecen las cadenas de televisión para llenar huecos en su programación veraniega.

La victoria de Ribadeo, por lo demás, llena de calma la pretemporada rojiblanca. Por lo menos hasta mañana, cuando se enfrenta el Sporting a la UD Las Palmas en El Florán de Sotrondio. Es lo que tiene el verano, que los partidos se suceden. Le pasa al Madrid, derrotado en Alemania y necesitado de Kaká, y triunfal en Moscú, donde Guti fue Kaká. Hace un año había seria preocupación por la marcha rojiblanca, pero ahora se inicia la quincena festera en calma. ¿En calma aparente? No se sabe, pero aparecen síntomas de que en el sportinguismo de alquiler quieren cargar el mochuelo de la ruptura con la megaestrella de los once goles en las anchas espaldas de Vega-Arango, a quien pretenden ningunear una vez más, destilando mensajes de que el colombiano volverá. Hay quienes son felices viendo cómo los pájaros disparan a las escopetas y cómo los topillos destrozan las cosechas castellanas. Es el sino de estos tiempos rojiblancos. Otros son menos felices: la modelo Heidi Klum ha puesto el grito en el cielo por la llegada a su vecindad de los fabulosos Beckham y todo el aparataje mediáticos. Pura envidia, sin duda porque la tal Klum quiere las cámaras para ella, pero se las llevan David y Victoria.

Hoy, que diría un clásico del ciclismo, jornada de transición en el planeta rojiblanco. Presentación de Matabuena, otro pretoriano cántabro, y duelo veraniego ante los canarios de Juanito y Vidales, derrotados en Luanco por el incombustible Marino. Mientras, Javi Fuego se aclimata al calor y a la humedad de Valencia, donde, por lo que se ve, le valoran más que en algunas zonas de por aquí. Son cosas que ya se han visto otras veces por estos pagos. Y las que habrá que ver todavía. Cada cosa.