Oviedo, N. A.

Consumada una difícil victoria en Vallecas, Mourinho acudió a la rueda de prensa el pasado 26 de febrero con una queja evidente. «Es el cuarto árbitro más arrogante que me he encontrado jamás. Hay modos de hablar con la gente. Puedes decirle, por favor, "siéntese" o "cállese". Con educación o sentido común es mucho más fácil que con arrogancia. Pero este chico tiene una personalidad imponente», expresó el técnico del Madrid. El objetivo de sus críticas era un colegiado andaluz de Segunda B, de 27 años, que responde al nombre de José Luis Munuera Montero y que también se dedica a la formación de empresarios.

La expedición azul no debería sorprenderse con su actuación. El jienense Munuera convirtió el partido en Cuenca en un cúmulo de decisiones desastrosas. Además de la injusta expulsión a Aitor Sanz, el colegiado fue minando la concentración azul progresivamente. Detalles como no permitir el cambio de un lesionado Owona hasta dos jugadas después de que se solicitase o no dejar a algún jugador interesarse por el estado de Pelayo cuando éste se dolía de un golpe en la cabeza, no fueron aceptados con agrado por la plantilla azul. «Se dieron situaciones extrañas que te hacen pensar», asegura Juanma. «Es la primera vez en mi vida que me expulsan con sólo una falta. No quiero hablar mucho más de este tema porque al final nos acabamos desquiciando», añade Sanz.