Los organismos de quienes dependen el deporte, y especialmente el deporte olímpico, además de instar a una reflexión general sobre el futuro, tendrán que estudiar los graves problemas que se avecina. El deporte olímpico encontró en la Asociación de Deportes Olímpicos (ADO), empresas privadas que se comprometieron al patrocinio de las diversas disciplinas, es probable que de acuerdo con la situación económica del país no puedan seguir garantizando la provisión de fondos en la cuantía que lo venían haciendo.

El deporte español está implicado en la política de obtención de la sede de 2020 para Madrid y ello, caso de que se acabará concediendo la organización olímpica, se requeriría gran inversión para completar el parque olímpico. Ello tiene plazo para tomar decisiones hasta el septiembre del próximo año cuando en Buenos Aires el Comité olímpico Internacional decida la ciudad sede.

Antes de que ello suceda, y que si se produjera la elección que se persigue, evidentemente condicionaría el futuro, el COE y las empresas del ADO han de estudiar las condiciones y las .cantidades a emplear en el futuro inmediato. Hasta ahora, las federaciones contaban con la dotación del Consejo Superior de Deportes, que en el caso del atletismo era de siete millones de euros y, además, buscaban patrocinadores especiales. Parte de los ingresos del deportes estaban en ayuntamientos, comunidades autónomas y cajas de ahorro. La crisis económica y los recortes generales afectarán directamente al deporte.

Las entidades de la administración no podrán seguir apoyando como hasta ahora y el maná de las entidades bancarias también acaba o pierde efectividad.

El apoyo de estas entidades ha favorecido a deportes más o menos minoritarios que ahora verán recortadas sus posibilidades de creación de equipos, escuelas deportivas y hasta dotación de recintos deportivos o remodelación de los mismos. Estamos en una crisis de muy difícil solución aunque el Secretario de Estado para el Deporte Miguel Cardenal ha asegurado que en año y medio cambiará el panorama y saldremos de la depresión actual.

Hay dos tipos de visiones que se contraponen y mientras desde el Gobierno se vaticina un porvenir más halagüeño en año y medio, por el contrario, hay quienes ven el futuro incierto y oscuro como decían los antiguos libros de texto que se avecinaba el reinado de Witiza.

De Londres se sale con la satisfacción de medio deber cumplido y se entra en el camino de un posible desierto con la botella medio vacía.