La sesión de entrenamiento de ayer del Sporting fue tan suave que su entrenador, José Ramón Sandoval, no llegó a pisar el césped mojado del campo de número 2 de Mareo. Bajo el fino pero constante orbayo que humedecía la escuela de fútbol de Mareo, los jugadores rojiblancos se dividieron en rondos. La sesión se completó con unos minutos de carrera continua, casi un trote. Fue un día para estirar los músculos, en el que lo más significativo fue la presencia de Juan Muñiz, quien se reincorporó a los entrenamientos tras superar la afección viral que le impidió participar en el partidillo del miércoles.

Para esta mañana, 10.30 horas, está previsto un nuevo entrenamiento en Mareo. Será la última sesión previa al encuentro ante el Racing de Santander, que estará arropado en las gradas del municipal gijonés por quinientos aficionados procedentes de Santander. Por otro lado, ayer se supo que el Lugo no instalará finalmente una grada supletoria en el Ánxel Carro para recibir a la Mareona rojiblanca. El desplazamiento a Galicia había levantado gran expectación entre la afición rojiblanca.