Con resignación y orgullosos de su actitud y entrega, la plantilla del Sporting analizaba el partido ante el Zaragoza. Todos los futbolistas lamentaron la actuación arbitral, pero no quisieron incidir mucho. "El vestuario está triste y dolido. Todas las acciones del árbitro han entrado en nuestra contra, pero haríamos mal si nos centramos en el árbitro. Nos han ido mermando y eso pone muy complicado ante un equipo con buenos jugadores", reconocía Hugo Fraile.

Álex Barrera, por su parte, prefería sacar una lectura positiva a una actuación arbitral que nunca había visto: "El equipo fue superior al rival, pero al final ciertas decisiones nos quitaron los tres puntos. Nunca había vivido nada así, pero me quedo con que si el equipo y la afición están así, estaremos arriba todo el año".

Uno de los expulsados fue Iván Hernández. El central madrileño, sin justificar la doble tarjeta amarilla, reconoce que la suya pudo ser la más justa, pero que las otras dos no lo fueron: "Puede ser que mi expulsión si sea, pero no la de Luis Hernández y la de Nacho Cases. Incluso la falta de la expulsión de Luis la hago falto yo. Nos fue mermando poco a poco. No hay vuelta atrás y no podemos darle más vueltas a que nos han tenido que expulsar a tres para ganarnos".

Scepovic se quedó sin marca en esta ocasión. El serbio no hizo ninguna valoración arbitral y apeló a la buena actitud del bloque: "No quiero hablar del árbitro. El esfuerzo del equipo debe estar en primer plano".

El segundo gol del encuentro lo consiguió un Sergio que tenía el sabor agridulce de la derrota y la queja arbitral, con un tanto que le sirve para adquirir una notable dosis de moral: "Estoy contento por mi partido y por el gol que me ayuda a seguir creciendo. El equipo lo dejó todo el campo y fue una pena no haber podido sacar algo positivo".