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CONMOCIÓN EN LA SOCIEDAD AVILESINA Y ASTURIANA

Un saltador que impulsó el atletismo y que mostró el camino

Un niño hace el saludo militar mientras un hombre firma en el libro de condolencias. Ricardo Solís

José Antonio Suárez, Pepete, y Carlos Álvarez, los primeros entrenadores de Yago Lamela en la Atlética aún no superaron el shock que supuso la muerte de su pupilo, al que califican como supercompetitivo. "Es una pérdida muy grande. Se nos fue el mejor deportista de España, una institución para venerar", dice Pepete con la voz entrecortada. El veterano técnico no le ve un relevo a corto plazo. "Yo no lo veré, no me dará tiempo".

Pepete recuerda una anécdota curiosa. "Cuando lo conocí y empezó a entrenar con nosotros se llamaba Santiago, Santi para todos. Luego, en la edad cadete, cambió el nombre y pasó a ser Yago". Y dice que su éxito fue un revulsivo para el atletismo. "Le dio valor a este deporte, no solo a su prueba".

Carlos Álvarez fue su segundo entrenador en la Atlética y califica su muerte como "una pérdida inimaginable e irreparable porque es el mejor saltador de la historia de nuestro país y un hombre que entró en terrenos donde solo estaban los más grandes del salto de longitud".

El técnico logró reunir en su momento un grupo con mucho futuro formado por Canga, que hacía salto de altura; Montserrat Merino, longitud y triple salto al igual que Yago; y Carlos Muñiz de velocidad. Este último fue el primero en fallecer, en julio hará 12 años, por un tumor cerebral tras fichar por la Universidad y Álvarez lo recuerda con cariño. "Teníamos un grupo maravilloso, unos chavales que eran unos trastos y las armaban bien de verdad, pero con muy buenas cualidades", señaló Álvarez.

Yago nació para saltar y su padre lo tuvo claro desde el principio, según Carlos Álvarez. "Era un portento y tuvimos que aprender mucho y deprisa porque con 10-11 años tenía tanto talento que exigía cosas nuevas. Fue casi el que me empujó a meterme en el atletismo más de lleno y saber más cosas".

El técnico augura que los 8.56 metros como mejor marca de Yago tardarán en mejorarse. "Él batió el récord de 8,20 de Corgos después de 20 años y yo creo que el suyo tardará incluso más". Y en su opinión, el mayor su mayor legado que deja el saltador avilesino "es que nos dijo que lo que hay que hacer para llegar al máximo nivel en un deporte es la constancia, el interés y el amor por lo que se hace".

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