La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

El primer gol rojiblanco cambió el partido

El primer gol rojiblanco cambió el partido

El Sporting se encontró en Anduva con el partido esperado. Abelardo sorprendió con Juan Muñiz como titular, en un intento por sacar provecho del exquisito golpeo del gijonés en las acciones a balón parado. Para sorpresa, la revolución que preparó Carlos Terrazas, con cinco novedades en la alineación del Mirandés. Parece claro que no acertó al dejar fuera a algunos futbolistas importantes y el campo se lo reprochó pidiendo su destitución de forma unánime.

Antes de llegar a ese punto, el Sporting tuvo que fajarse con el Mirandés. Los rojiblancos aceptaron el escenario que le planteó su rival y fueron firmes en el juego directo. El Sporting tuvo controlado en todo momento al Mirandés, que transmitía dudas en defensa. Precisamente fue un error no forzado del central Álex Ortiz el que desatascó el partido. El zaguero tuvo la mala fortuna de que la pelota le cayese a Pablo Pérez, lo que llenó de importancia a su equivocación.

El gol deshizo al Mirandés. El Sporting tuvo ya oportunidades para haber sentenciado el encuentro antes del descanso y tras la reanudación fue el auténtico dominador del choque. Las ocasiones se fueron sucediendo, primero a través de los saques de banda de Luis Hernández y luego por el empuje del equipo. Hasta que llegó la sentencia en una arrancada de Jony que pisó con decisión el área, desarboló a Caneda y puso un balón raso para la llegada de Pablo Pérez que remachó la victoria. Un gol que habían metido montones de veces en el filial, porque ambos se conocen de carrerilla.

A partir de ahí, la sorpresa fue que el Sporting no aumentara la cuenta. Pudo hacerlo Sergio, con un latigazo que golpeó con dureza el larguero de la portería de Imanol, y también Guerrero y Carmona llevaron peligro a la portería local.

El Sporting se confirma como un visitante temible. Con siete de nueve puntos a domicilio, los rojiblancos son el equipo más fuerte lejos de su estadio. Han logrado mantenerse invictos en las cinco primeras jornadas y, por fin, se han quitado la espina de terminar un encuentro imbatidos. El Sporting de los guajes es la mejor imagen de un club que ha vivido tiempos mejores y que sigue luchando por su supervivencia en campos más duros que Anduva.

Abelardo ha recuperado el vínculo del equipo con la grada. Son tiempos felices, aunque el Pitu es el primero en advertir que habrá momentos complicados y que el calendario se endurece de forma evidente. El Sporting llega con optimismo y sin complejos a una serie de partidos que servirán para medir las opciones reales de este equipo. No será fácil, pero sus rivales ya están advertidos de que el Sporting de los guajes es el equipo a batir.

Compartir el artículo

stats