El Ángel Carro no se llenó porque el Lugo no quiso. En torno a 3.200 sportinguistas poblaron las gradas del campo lucense, mientras otro millar se quedaba fuera del estadio. Las taquillas no vendieron localidades como había anunciado el conjunto lucense, pero el campo presentó en torno a setecientos asientos vacíos, muy visibles en la grada contraria a preferencia.

El Sporting ganó en el campo y la Mareona arrasó en la grada. El Ángel Carro se ha convertido en una espacio de segunda residencia para el sportinguismo que además obtiene siempre buenos resultados. La Mareona vivió una fiesta como pocas y consiguió hacerse oír incluso en el calentamiento, mientras la megafonía del estadio atronaba con Bon Jovi.

El dispositivo de seguridad fue mayúsculo y dentro del campo apenas se vivió algún incidente aislado. Sí se produjo una pelea antes del encuentro en La Calzada da Ponte, zona próxima al campo en la que se encuentran algunos bares que frecuentan los aficionados más radicales del Lugo. Las fuerzas de seguridad informaron de que han identificado y propuesto para sanción a diecisiete aficionados de ambos bandos, pero no se llegó a detener a ninguno.

Desde primera hora de la mañana en Gijón había ambiente de fútbol. Aficionados vestidos con la elástica rojiblanca ultimaban los últimos detalles para el desplazamiento y la caravana se puso en marcha. Tráfico denso pero fluido hasta la hermosa ciudad de Lugo, que se vio completamente desbordada. Los hoteles llenos y restaurantes tan superplobados que fue complicado sentarse ante una buena ración de pulpo para quien no tuvo la prudencia de reservar mesa.

Las estrechas calles del interior de la muralla ofrecían una estampa única, con grupos de aficionados del Sporting compitiendo con sus cánticos o mezclando con naturalidad con los aficionados locales. Todos de rojiblanco.

Tras el encuentro, la Mareona se dividió entre los que se quedaron a disfrutar de la animada noche lucense y quienes regresaron a celebrarlo en casa. Los bancos de niebla complicaron el camino, pero cuando se vuelve victorioso nada tiene importancia.

La próxima oleada ya coge fuerza para el choque de Alcorcón, a pesar de que se disputará un miércoles por la noche en el estadio de Santo Domingo.