Ni la Liga española, ni la Premier inglesa, ni la Bundesliga alemana, ni la Serie A italiana ni la Ligue 1 francesa. Los tres fichajes más caros de este invierno en el mercado futbolístico mundial se han producido en China, un país donde sus clubes tienen cada vez mayor poder adquisitivo y que ya se atreven a llevarse a grandes figuras de las ligas europeas cuando éstas se encuentran a mitad de temporada.

El pasado miércoles la liga china completaba el fichaje más caro de su historia: el del centrocampista brasileño Ramires, que a cambio de 28 millones de euros deja a un Chelsea en muchos apuros para enrolarse en el Jiangsu Suning entrenado por Dan Petrescu, equipo que el año pasado no pasó del noveno lugar en la liga del país asiático.

El fichaje de Ramires pulveriza en lo económico el récord que tan sólo una semana antes había establecido la liga china cuando el también brasileño Elkeson dejaba el Guangzhou Evergrande, campeón de las cinco últimas temporadas en el país, para irse a su gran rival, el Shanghai SIPG, por 18,5 millones de euros.

No menos sorprendente ha sido el tercer mayor fichaje de este invierno en China y en el mundo, el del marfileño Gervinho, al que la Roma ha dejado salir a mitad de temporada a cambio de 15 millones de euros para irse a un equipo recién ascendido como es el Hebei Fortune.

La liga china tradicionalmente mira a los equipos brasileños (al campeón del pasado año, el Corinthians, prácticamente lo ha vaciado de estrellas), pero este invierno se fija también en Europa. Ayer mismo se anunciaba que el Shanghai Shenhua del español Gregorio Manzano se llevaba del Inter de Milán al colombiano Fredy Guarín por 13 millones.

La moda afecta no solo a la primera división china. Uno de los traspasos que han llamado la atención en España es el de Yuri, delantero brasileño de la Ponferradina, de 33 años. El Qingdaoo Huanghai de la Segunda división china ha abonado 200.000 euros por su traspaso y ha convencido al delantero con una potente oferta económica. "Cobrará diez veces lo que le pagaba la Ponferradina", aseguró el presidente blanquiazul José Fernández Nieto en la rueda de prensa de despedida.

En China la temporada comienza en primavera, por lo que ahora los clubes del gigante asiático están fichando con mayor intensidad.Incluso los jugadores chinos se están cotizando como nunca en una liga que tradicionalmente se alimenta de grandes estrellas extranjeras y donde los locales suelen observarse como meras comparsas. De hecho un portero, Zhang Lu, acaba de convertirse en el fichaje chino más caro de la historia nacional, al ser traspasado por 9,85 millones de euros, y para más inri lo ha contratado un equipo de Segunda, el Tianjin Quanjian.

Los medios locales ya hablan de una "burbuja" que está convirtiendo al fútbol chino en uno de los que más gasta. Muchos culpan de inflar los precios del mercado chino al gran dominador del fútbol local, el Guangzhou Evergrande que dirige el brasileño Luiz Felipe Scolari, ganador de las cinco últimas temporadas y de dos Champions asiáticas. De momento en esta pretemporada no ha sido, como en anteriores, el que más ha gastado, pero se apunta que su gran objetivo es el español Gabi, capitán del Atlético de Madrid, por quien estaría dispuesto a ofrecer 25 millones de euros y 7,5 millones al jugador por cada una de las tres temporadas propuestas.

También influye, según los analistas, el ambicioso plan de reforma del fútbol chino que aprobó el Gobierno comunista de Pekín, cuyo presidente, Xi Jinping, es un declarado gran fan del fútbol como demostró en su reciente viaje oficial al Reino Unido, que incluyó un encuentro con los jugadores del Manchester City, uno de sus equipos favoritos.

El plan implica el desarrollo del fútbol base, la enseñanza de este deporte en las escuelas de primaria (donde bádminton o tenis de mesa fueron durante décadas el "deporte rey") y más inversiones millonarias que engordarán las arcas de los clubes chinos.

Éstos también se están beneficiando de la gran explosión de los derechos televisivos, después de que el pasado octubre la compañía China Sports Media adquiriera por 1.150 millones de euros el contrato para emitir partidos locales en el próximo lustro. La operación multiplicó de la noche a la mañana por 30 los ingresos televisivos en el país, acercándose ya a los precios que se manejan en Europa.

Más dinero en los presupuestos no serviría de nada si los mejores jugadores de Europa y América vieran la liga china con desdén, pero lo cierto es que cada vez muestran mayor interés en jugar en un país donde ya se pagan grandes sueldos. Asamoah Gyan, exjugador de Udinese, Modena y Rennes, cobra en el Shanghai SIPG que dirige Sven-Goran Eriksson unos 320.000 euros semanales, un salario que sólo figuras como Messi o Cristiano pueden igualar.

"Los salarios en China son más altos y nos pagan a tiempo. Tengo 30 años y he de pensar en el futuro", confesaba a la prensa de su país el internacional brasileño Diego Tardelli al explicar su decisión de continuar jugando en el Shandong Luneng.

Aún no se ha llegado al techo en el mercado de fichajes chino, y los mejores equipos de Europa deben comenzar a inquietarse: ya no es imposible que sus grandes figuras prefieran los sueldos de la liga oriental a la presión del fútbol del Viejo Continente.